"Con el Gobierno, diálogo, y con los empresarios, buscar oportunidades", con este mantra asume la presidencia del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), órgano cúpula del sector privado en México, Francisco Cervantes Díaz, un empresario afín al mandatario Andrés Manuel López Obrador.
"Nos marcamos como prioridad la reactivación económica, el reforzamiento de pymes y mipymes y el tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que para nosotros es una herramienta muy importante para ser el primer socio comercial de Estados Unidos", dijo Cervantes a Efe.
Francisco Cervantes Díaz fue elegido este miércoles como nuevo presidente del CCE de México, que agrupa a 14 organizaciones cúpula empresariales que en su conjunto aglutinan a más de 2.000 asociaciones y alrededor del 80 % del producto interno bruto (PIB) de México.
Cervantes sustituye a Carlos Salazar, quien estuvo al frente de este órgano patronal de 2019 a 2022.
El empresario, con más de 28 años de experiencia en negocios como los plásticos o el sector inmobiliario, explicó que se está ya trabajando para mejorar el clima de confianza de México.
Por ejemplo, se aprovechó la Expo Dubái para hacer "networking" con empresarios de todo el mundo. "Se despertó mucho interés. Sobre todo en los temas de inversión y fondos de inversión en infraestructura", señaló.
Su mandato llega en un momento de tensión entre algunos empresarios y el Gobierno mexicano, que ha hecho de la bandera contra la corrupción su caballo de batalla y a menudo señala a empresas por ser beneficiadas en administraciones anteriores, ya sea por la condonación de impuestos o por contratos que considera irregulares.
Cervantes, de quien es conocida su buena sintonía con el presidente López Obrador, deberá actuar de unión entre las empresas y el Ejecutivo.
"El presidente con nosotros siempre ha sido muy generoso en sus expresiones y comentarios. No hemos tenido nunca ni siquiera una discusión con él. Todo lo hemos arreglado con diálogo", explicó Cervantes, que entre 2018 y 2021 presidió la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin).
Tras varios intentos fallidos por cambiar la legislación, López Obrador impulsa ahora una iniciativa de reforma constitucional que busca limitar al 46 % la participación privada en generación eléctrica para favorecer a la CFE, empresa del Estado, acusada de tener algunas plantas contaminantes y obsoletas.
Sobre este asunto, que tiene al sector eléctrico privado en vilo, Cervantes adoptó una posición más optimista: "Estoy seguro que vamos a poderla dialogar, a poder platicar".
Y sobre los ataques del mandatario a algunas empresas, algunas españolas como OHL, Iberdrola o Repsol, apostó una vez más por actuar de bisagra: "Es un tema entre ellos y ahí vamos a ver nosotros cómo podemos ayudar de un lado y de otro. Siendo muy respetuosos", agregó el empresario, centrado en lograr que México aproveche sus oportunidades para atraer más inversiones y negocios.
La economía mexicana creció un decepcionante 4,8 % en 2021 y se contrajo un 8,2 % en 2020, su peor desplome desde la Gran Depresión de 1932.
La inversión fija bruta creció un 10 % en 2021, aunque no recuperó el 18,2 % perdido en 2020. Mientras que la inflación, que preocupa a toda la región, se disparó hasta el 7,36 % en diciembre, su mayor nivel en 20 años.
"El tema inflacionario es algo que sí nos preocupa mucho ya que ahorita con la dependencia que tenemos en materia primas la industria se está afectando mucho. Hay líneas de producción paradas", lamentó Cervantes.
Por ello, apostó por ir sustituyendo las importaciones por "contenido nacional".
En este contexto tan retador, ensombrecido además por los efectos colaterales de la guerra en Ucrania tras la invasión de Rusia, Cervantes reiteró el objetivo del CCE bajo su cargo.
"Con el Gobierno, diálogo, y con los empresarios, buscar oportunidades, que las hay y las vamos a aprovechar. Enfocarnos mucho en esta parte", concluyó.
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