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Hábitos de vida saludables ayudan a prevenir complicaciones renales

La Enfermedad Renal Crónica es la décima causa de mortalidad en población adulta. Este padecimiento suele pasar desapercibida en etapa inicial, cuando hay síntomas es porque el daño es irreversible

cuida tus riñones

La enfermedad renal crónica (ERC), que es una condición silenciosa y progresiva, se caracteriza por alteraciones persistentes en la estructura y/o función del riñón lo que afecta negativamente la calidad de vida del individuo.

La enfermedad renal crónica (ERC), es una condición silenciosa y progresiva, asintomática en etapas iniciales, y desafortunadamente cuando se presentan síntomas, es porque la enfermedad se encuentra en estadios avanzados 

La alta prevalencia de enfermedades crónico degenerativas como la diabetes e hipertensión arterial, aún en pacientes que no han sido diagnosticados y desconocen su estado de salud ocasiona que muchas de estas personas estén en riesgo de desarrollar daño renal.

Incluso, hay quienes ya presentan una pérdida gradual de la función renal y no lo saben, y lo relevante es que esta delicada condición de salud ocupa el décimo lugar de causa de mortalidad en población adulta en el país.

Procurarse una alimentación bien balanceada, evitar el sedentarismo y la obesidad o sobrepeso, ayudan a reducir el riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica

Procurarse una alimentación bien balanceada, evitar el sedentarismo y la obesidad o sobrepeso, ayudan a reducir el riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica

En este sentido, Karla del Castillo, especialista en Nutrición Clínica por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), explicó que los riñones son capaces de compensar la pérdida progresiva de su función por mucho tiempo, de ahí, que a Enfermedad Renal Crónica suele pasar desapercibida varios años, ya que sus signos y síntomas aparecen cuando ya se ha producido un daño irreversible.

En este sentido, es importante mencionar que a nivel nacional se estima que la prevalencia de esta condición es que afecta a 14.5 millones de mexicanos, es decir, el 12% de la población, con base en datos de la Secretaría de Salud.

La Enfermedad Renal Crónica (ERC), se caracteriza por un deterioro gradual y persistente de la función de los riñones, ocasionado por una deficiente filtración de desechos y líquidos de la sangre por parte de los riñones, lo cual, en estadios avanzados puede provocar discapacidad y muerte.

Ante ello, y pese a que la enfermedad renal, no tiene cura, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), destaca una serie de acciones que permiten reducir el riesgo de padecer esta condición, entre los que se destaca, evitar el sedentarismo, y practicar alguna actividad física, que ayuda a tener un óptimo peso corporal, reducir la presión arterial y el riesgo de ERC.

Además, se debe procurar una dieta saludable, con lo que también se contribuye a mantener el peso corporal en niveles adecuados que contribuye además, a reducir la presión arterial alta, disminuye el riesgo de diabetes, enfermedades cardíacas y otras afecciones asociadas con la ERC.

En cuanto a los pacientes con diabetes mellitus o la presión arterial, es importante que estos pacientes procuren mantener en control sus niveles de glucosa en sangre, así como la presión arterial, ya que alrededor de la mitad de las personas con diabetes desarrollan daño renal, aunque se puede limitar si la diabetes está bien controlada.

La automedicación, en particular antiinflamatorios no esteroideos y analgésicos, pueden dañar los riñones si se toman sin prescripción y con regularidad

La automedicación, en particular antiinflamatorios no esteroideos y analgésicos, pueden dañar los riñones si se toman sin prescripción y con regularidad

Lo mismo ocurre con la hipertensión, que descontrolada puede dañar los riñones, sobre todo si se asocia con diabetes y enfermedades cardiovasculares, riesgo que disminuye con un adecuado control de la presión arterial.

Mantener una adecuada hidratación con agua natural, es importante para todas las personas en general, con una ingesta de dos litros de agua diarios, así como evitar el hábito del tabaco, porque esto, ralentiza el flujo de sangre a los riñones, lo cual puede disminuir su capacidad para funcionar de manera normal.

Adicional a las recomendaciones anteriores, es de suma importancia evitar la automedicación, en particular medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), así como analgésicos, pueden dañar los riñones  

En caso de alguno o más factores de riesgo de los mencionados o antecedentes familiares de ERC pueden promover el desarrollo de esta enfermedad. Es importante monitorear, en conjunto con el médico, la función renal con estudios de laboratorio.

La especialista sostuvo que en caso de sospecha, factores de riesgo, o antecedentes familiares, para conocer la función renal, es realizar un examen de sangre y de orina, y para ello, ejemplificó que en Laboratorios Columbia cuenta con el programa PreserveCe Diagnostica, -con cobertura a nivel nacional-, realiza dichos estudios para diagnosticar la enfermedad renal.

Sostuvo que si esta enfermedad se detecta a tiempo y trata adecuadamente, el deterioro de la función renal se puede retrasar y prevenir el desarrollo de complicaciones, brindando al paciente una mejor salud y calidad de vida”.

La especialista refirió que el tratamiento para el paciente con daño renal debe enfocarse en el control de comorbilidades como la diabetes y la hipertensión, con una nutrición especializada baja en proteína animal y con control individualizado de minerales, así como con la administración de alfacetoanálogos de aminoácidos como Cetolán, tratamiento cuyo objetivo es reducir los niveles de toxinas en sangre, como la urea y la creatinina, y nutrir al paciente de manera óptima.

Detalló que los alfacetoanálogos de aminoácidos contenidos en Cetolán reducen los niveles toxinas en sangre, y en conjunto con una nutrición especializada retrasan la progresión de la enfermedad renal, lo que evita que el paciente llegue en forma temprana a una terapia de sustitución renal como la diálisis o el trasplante renal.