Hipertensión arterial, enfermedad asintomática que puede dañar corazón, riñón y cerebro
Detectarla y tratarla oportunamente reduce riesgo de infarto cardíaco y cerebral. Especialista destaca importancia de revisar la presión de manera regular a partir de los 40 años
Cuida tu corazón, cerebro y ojos
La hipertensión arterial es una enfermedad crónico-degenerativa, asintomática en la mayoría de los casos, que puede ocasioanr daños al corazón, cerebro, vista, entre otros
La hipertensión arterial, enfermedad en la mayoría de los casos asintomática, es la principal causante de muertes y discapacidad por eventos cardiovasculares adversos, padecimiento que en nuestro país afecta a más de 30 millones de personas.
El mayor riesgo es que, debido a que no presenta ninguna molestia o algunos síntomas suelen confundirse con otra condición como el dolor de cabeza o zumbido de oídos, suele ocasionar daño multiorgánico.
Con motivo del Día Mundial de la Hipertensión, que se conmemora este 17 de mayo, el ISSSTE resaltó que se trata de una enfermedad crónico-degenerativa que afecta al 30% de la población, lo riesgoso de esta situación es que la mitad de este porcentaje de personas afectadas por esta condición prácticamente andan por la calle sin saberse hipertensas, sin diagnóstico y en consecuencia sin tratamiento ni control de su enfermedad.
De ahí que los especialistas conozcan a este padecimiento como el “asesino silencioso”, porque la persona que vive con esta condición puede durar mucho tiempo, incluso años sin tener síntomas y mientras tanto repercutir en órganos como el corazón, el cerebro, los riñones, los ojos y en el aumento de eventos cardiovasculares adversos como infartos cerebrales y del corazón.
Es importante mencionar que esta condición incrementa el porcentaje de pacientes con insuficiencia renal, así como de retinopatía hipertensiva y daño visual.
El origen de esta condición es multifactorial, aunque existen aspectos predisponentes como la edad, alrededor de la quinta década de la vida el riesgo aumenta, así como los estilos de vida: el sedentarismo, malos hábitos dietéticos, alta ingesta de grasas y en algunas personas, consumir sal en exceso.
A la hipertensión se le ha relacionado con el desarrollo simultáneo de otras comorbilidades como diabetes mellitus, dislipidemia y tabaquismo. Esta relación se debe a que comparten factores de riesgo del estilo de vida.
Ante tal panorama, el ISSSTE adelantó el inicio de la campaña “¿Ya PrevIssste? ¡Ya la hiciste!”, la cual, estará dirigida a reducir el consumo de azúcar en la población y a promover la activación física, lo cual impactará también en abatir la hipertensión en la salud de la población, a fin de prevenir las complicaciones por hipertensión arterial sistémica, que es la identificación intencionada del paciente hipertenso para iniciar tratamiento”.
En este mismo sentido se destacó que el instituto realiza todo el año las jornadas ECOS para el Bienestar, en centros de trabajo de diferentes dependencias y en comunidades abiertas, donde realiza detección oportuna de enfermedades crónicas como diabetes, obesidad e hipertensión arterial, además de proporcionar asesoría nutricional, promover la activación física en todas las etapas de la vida e impartir pláticas de sensibilización sobre lo grave que puede resultar esta enfermedad cuando no se trata adecuadamente.
La principal recomendación es que toda persona mayor de 40 años acuda a chequeo médico anual y se realice periódicamente la medición de la presión arterial.
Si la presión arterial es mayor a 140/90 y tiene factores de riesgo como diabetes mellitus, dislipidemia, tabaquismo o antecedentes familiares de hipertensión, se debe iniciar un tratamiento para controlar y llevar a normalidad las cifras tensionales y con esto disminuir el riesgo de complicaciones, ya que entre más temprano sea el diagnóstico, mucho mejor va a ser el pronóstico de las y los pacientes.