Vivir con insuficiencia renal, no es sinónimo de muerte. “El paciente con esta enfermedad, tiene derecho a informarse de su padecimiento, saber qué comer, qué no, en qué cantidades y sobre todo hacerse consciente de que a partir de su diagnóstico, inicia una nueva forma de vida”.
Así lo señaló en entrevista con Crónica, Marisol Robles, presidenta de la Fundación Mario Robles Ossio, organización que brinda acompañamiento al paciente con insuficiencia renal, en cuanto a dieta, cuidados, tratamientos incluso, aprenda a prepararse para un eventual trasplante de riñón.
La necesidad de apoyar y auxiliar a estos pacientes nace en Marisol, por experiencia propia, al ser paciente renal trasplantada, quien esta semana cumple 7 años de haber recibido un nuevo riñón.
Aclaró que en el mundo el 10% de la población vive con enfermedad renal, cifra que se podría aplicar para México también, -alrededor de 12 millones de personas muchas de las cuales todavía no han sido diagnosticadas-, lo cual deja ver que el tratamiento de estas personas tendrá importantes costos para el sector salud en el país si la cifra sigue aumentando.
Tan sólo en trasplante de riñón, la lista de espera es de 16 mil pacientes y el año pasado se hicieron apenas mil trasplantes, es decir, que la demanda de órganos es exponencialmente mayor a lo que se tiene disponible.
"He conocido las bondades e incluso desventajas de este proceso médico, y deseo, la gente sepa qué frutas puedes comer, cuáles no, y si lo hacen sepan que se están comprometiendo y probablemente después se sientan mal después, que también sepan que no deben abusar de las verduras, cuáles comer y cuáles evitar, es decir, cómo cuidarse en este nuevo estilo de vida que llevarán el resto de sus días”.
El principal reto para el paciente con insuficiencia renal es entender y aceptar una nueva forma de vida “que en la medida en que se eduquen tendrán una mejor calidad de vida, mientras llega el momento del tratamiento sustitutivo (diálisis o hemodiálisis peritoneal), o el trasplante, porque cuando llegue el nuevo riñón, se piensa que todo quedará atrás y y no es así, esta nueva etapa continúa y hay que seguirse cuidando”.
En alimentación, Marisol Robles indicó que la cultura del mexicano es creer que los calditos lo curan todo, “pero para el paciente con insuficiencia renal, eso es un concentrado de toxinas y agua, justo lo que debe evitar, porque nuestros riñones no están funcionando bien y no haciendo un adecuado filtrado de todas esas toxinas y les lleva más tiempo”.
Enfatizó que en todo el mundo, incluido México una enorme cantidad de personas están en riesgo de perder su salud renal por automedicarse con analgésicos, refrescos, sal, conservadores, “y entonces nos damos cuenta de que nuestra dieta es una bomba de tiempo para los riñones”.
De ahí que a través de la Fundación Mario Robles, se trabaja con la Alianza Global por la Salud Renal, que agrupa a 17 países entre ellos México para difundir la necesidad de cuidad la salud de los riñones de manera preventiva, antes de que las personas enfermen.
Ello, porque en el mundo, hay alrededor de 850 millones de pacientes renales, "y en promedio cada minuto mueren 36 personas, más de 2,000 personas en una hora por lo que todos en general debemos hacernos conscientes de la importancia de tener una dieta saludable toda la vida”.
“El cuerpo habla con números todo el tiempo, pero no lo escuchamos y basta con no revisar niveles de glucosa, presión arterial o el peso corporal y procurar mantener en metas de control estas cifras, porque la insuficiencia renal no da síntomas en las primeras etapas, sino hasta que el daño ha avanzado”.
Un buen punto de partida, recomendó, es ver cómo orinamos: si esta es amarilla, muy concentrada, es porque no estás bien hidratado y los riñones hacecen mucho esfuerzo, si es muy blanca, casi transparente, estás sobrehidratando al organismo y tampoco estás en el área adecuada, pero si se forforma espuma, probablemente tengas una infección o haya algún problema de excreción de proteína “y tendrías que acercarte a un nefrólogo para revisar tus riñones”.
Con los años, Marisol ha aprendido que la vida es de equilibrios, “si el paciente renal se cuida de lunes a viernes, eventualmente puede darse algún un gusto, porque si no para qué te quedas en la vida. El equilibrio esta en cuidarte y de repente disfrutar, es parte de sentirte vivo”, por eso, compartió, de vez en cuando se da sus gustitos y come un pedacito de pastel “y después a seguirse cuidando”.
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