Con un Zócalo pletórico, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio su sexto y último grito como presidente de México donde lanzo vivas a la democracia del país y pidió que muera la corrupción, la avaricia el racismo y la discriminación.
“Que viva la democracia, que viva la soberanía, que muera la corrupción…”, lanzó en medio de la polémica y reclamos de varios sectores e incluso de nuestros socios comerciales como Estados Unidos y Canadá por la aprobación de la reforma al poder judicial que establece la elección de jueces, magistrados y ministros por voto popular, lo que ha sido duramente cuestionado bajo el argumento de que impactará el estado de derecho en el país.
Por espacio de tres minutos, López Obrador lanzó las clásicas arengas a nuestros héroes nacionales como Miguel Hidalgo y Costilla, Josefa Ortíz de Domínguez, Ignacio Allende; Leona Vicario, José María Morelos y Pavón, Vicente Guerrero así como a las “heroína y héroes anónimos”.
“Que viva la libertad, que viva la igualdad, que viva la justicia, que viva la democracia”, arengó mientras la multitud replicaba
En punto de las 23 horas, el presidente López Obrador , acompañado de su esposa, Beatriz Gutiérrez Muller, cumplió con el protocolo del tradicional grito del 15 de septiembre donde ataviado con la banda presidencial no perdió la oportunidad de lanzar vivas a la Cuarta Transformación.
“Vivan todos los mexicanos, viva la Cuarta transformación, viva México, viva México…”, lanzó entre el rugido de miles de mexicanos procedentes de varias parte del país que se dieron cita en el Zócalo para atestiguar el último grito encabezado por López Obrador.
Esta ocasión, las arengas y vivas también alcanzaron al amor, la fraternidad, a los migrantes, a los trabajadores mexicanos “que son de los mejores del mundo”..
De igual manera lanzó vivas a los pueblos indios, a la grandeza cultural de México y a todos lo mexicanos.
Acto seguido dio 44 campanazos que retumbaron en una plancha del Zócalo pintada de colores verde, rojo y blanco.
Al término de estos campanazos se escuchó el himno nacional y al término un grito estalló en el corazón político del país: “es un honor estar r con Obrador”, es un honor estar r con Obrador”
Ello mientras entre la multitud se alzaban ´pancartas con la frase: “Hasta siempre presidente”
Durante 24 minutos, López Obrador observó los fuegos artificiales y los drones que dibujaron la palabra Viva México.
López Obrador aprovechó para agradecer a sus simpatizantes y mandar abrazos en señal de reciprocidad y un adiós.
“Si se pudo, si se pudo, si se pudo”, le gritaban mientras ondeaba los brazos de un lado a otro en señal de saludos y agradecimiento.
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