Leche materna de considerables beneficios para el neonato y la madre

Procurar la lactancia materna en las y los recién nacidos, permite reducir hasta en un 30% el riesgo de desarrollar enfermedades infecciosas respiratorias, gastrointestinales y de vías urinarias, así como una disminución hasta del 13% el sobrepeso u obesidad, 35% la diabetes mellitus y algún tipo de cáncer.

La alimentación al seno materno ayuda en la salud mental, al generar un vínculo afectivo entre ambos y favorece el crecimiento de las y los bebés.

Especialistas del Banco de Leche del Instituto Nacional de Perinatología (INPer), señalaron que otro de los beneficios que brinda la leche materna, es que transmite anticuerpos, defensas, factores de crecimiento e información genética que podrían prevenir a nivel mundial hasta dos millones de muertes infantiles al año.

Con motivo del “Día Mundial de la Protección de la Lactancia Materna”, establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) este 21 de mayo, se resaltó que la leche humana ayuda a tener niñas y niños sanos por los anticuerpos que genera, la protección contra enfermedades y el cuidado de la salud mental; además, favorece la economía familiar.

Es importante resaltar que en la actualidad hasta un 33.6% de las mujeres que dieron a luz alimentaron de forma exclusiva con leche materna a su bebé en los primeros seis meses, lo que representa un avance significativo, ya que, en 2014, la cifra se ubicaba apenas en un 14.4%.

Amamantar a los recién nacidos y hasta los seis meses de vida, también brinda beneficios considerables para la madre, ya que ya que hay menos posibilidades de que desarrolle cáncer de mama o endometrio, así como sobrepeso u obesidad, debido a que la grasa que se acumula durante el embarazo se consume con la lactancia.

Lo ideal, es alimentar directamente del seno materno a la o el bebé de preferencia hasta los dos años o más, aunque sí debe ser el único alimento en los primeros seis meses y ya después complementar con otros alimentos.

El problema para muchas madres que no pueden llevar a cabo la lactancia de manera exclusiva en los primeros seis meses son por cuestiones laborales y las complicaciones de sus horarios, mala técnica a la hora de amamantar que ocasiona dolor en los pezones, o la falsa creencia de que no producen suficiente leche para cubrir las necesidades de la o el bebé.

Sin embargo, desde los primeros días posteriores al parto, la mamá produce la leche suficiente para satisfacer las necesidades, entre 5 y 7 mililitros por cada toma, a los siete días, entre 500 y 700 mililitros, y en un mes la cantidad necesaria para el establecimiento de la lactancia.

Cabe resaltar que el personal médico esté informado respecto de los beneficios y las técnicas de alimentación al seno materno para capacitar a las mamás sobre cómo colocar al bebé, cómo debe succionar y la forma de producción de leche para asegurar una lactancia exitosa.

“La mamá debe sostener la cabeza de su hija o hijo con la mano en forma de “C”, el pezón debe apuntar al paladar de la o el bebé. La oreja, hombro y cadera deben estar en la misma línea, frente al cuerpo de la mamá; es decir, panza con panza”.

Después, la mamá debe introducir a la boca del bebé el pezón y la mayor parte de la aureola; los labios superior e inferior del bebé deben quedar abiertos simulando una boca de pescado y su mentón tiene que estar en contacto con el pecho.

Si los bebés sólo toman el pezón no podrán extraer la cantidad de leche que necesitan y esto puede generar grietas y dolor a la mamá, quien deberá procurarse una alimentación saludable, debido a que la mayoría de los nutrientes pasan a la o el bebé a través de la leche materna y procurar eliminar alimentos irritantes, evitar el consumo de alcohol y de medicamentos herbolarios. En caso de que la mamá que está lactando ingiera medicamentos por alguna enfermedad, es indispensable estar bajo vigilancia médica para evitar que afecten a la o el bebé.