Con daños en el 98% de sus viviendas y el 80% de sus hoteles, la reconstrucción de Acapulco se nota muy complicada en el corto plazo, como asegura el presidente, Andrés Manuel López Obrador, pues de los 18 mil millones de pesos que contenía la partida presupuestal que sustituyó al Fondo Nacional de Desastres ya solo quedan 6 mil millones de pesos.
Las primeras estimaciones calculan daños por 15 mil millones de dólares, según un reporte especial de la consultora Integralia sobre las Implicaciones sociales y políticas del huracán Otis
“Los recursos del nuevo Fonden —que ya no es un fideicomiso, sino una partida presupuestal— podrían ser insuficientes, pues contempla únicamente 18 mil mdp de los cuales ya sólo restan aproximadamente seis mil, por lo que si se requieren más fondos, se tendrán que hacer reconducciones”, establece
El reporte advierte que una mala respuesta de los gobiernos federal, estatal y municipal podría agravar el problema en Acapulco, y alerta que se mantiene presente el riesgo de irrupciones sociales en un estado que históricamente ha lidiado con obstáculos para su desarrollo, por lo cual podría estallar en cualquier momento, pues el 60% de la población de esa entidad, vive en la pobreza y el 22% en pobreza extrema, según cifras del Coneval.
“Dadas las afectaciones a la infraestructura turística y pública, no se pueden descartar episodios de 'conflictividad social' mientras la región se recupera (los saqueos a comercios son una manifestación en este sentido)”, advierte.
El reporte considera que el malestar social podría tener efectos políticos en la base social de Morena, particularmente sobre la alcaldesa de Acapulco, Avelina López, y la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, aunque no necesariamente sobre el presidente, Andrés Manuel López Obrador, “cuya popularidad es sólida y casi siempre logra escabullirse del costo de las crisis como en la pandemia de COVID-19”.
Asimismo, establece que es previsible que López Obrador y otros actores de poder como los grupos criminales busquen monopolizar la reconstrucción de Acapulco para obtener ventaja política rumbo a los comicios del próximo año, donde se renovarán más de 2 mil cargos de elección popular entre ellos 8 gubernaturas, la ciudad de México y la Presidencia de la República.
Si ello ocurre así –alerta--, la capacidad de recuperación de Acapulco será lenta y limitada y empeorarán todavía más las precarias condiciones sociales de Guerrero.
Integralia reconoce que si bien el listado de medidas ha incrementado en las últimas horas, persisten dudas sobre su eficacia, su suficiencia y el tiempo en el que fueron aplicadas y en ese sentido detalla que son varias las decisiones reflejan desorden en materia de protección civil por parte de los gobiernos federal, estatal de Guerrero y Acapulco.
La declaratoria de desastre natural que activa mecanismos de reacción se emitió con mucha tardanza y una de las primeras acciones consistió en enviar a Servidores de la Nación –encargados de entregar programas sociales en todo el país– a levantar un censo y entregar despensas.
Al momento se tiene un saldo oficial de 46 personas fallecidas en Guerrero y Acapulco y 58 desaparecidas.
El Gobierno federal estima daños en el 98.2% de viviendas y en el 80% de hoteles en Acapulco. De acuerdo con información satelital, 4,685.20 hectáreas de la zona costera fueron afectadas (65%), en tanto que al interior del municipio se reportan afectaciones en 865 kilómetros de carreteras y 2 mil 487.30 hectáreas de construcción.
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