A su entrada, el bullicio rompió en gritos, mientras aguardaban por su llegada, que fue anunciada por el altavoz, su figura se vio y prácticamente al unísono se escuchó: “¡Pre-si-den-te! ¡Pre-si-den-te!, como si se tratara de un acto de campaña.
Pocos minutos después del mediodía, de este lunes 20 de marzo, día de asueto, Marcelo Ebrard Casaubón, ingresó al patio del Palacio de Minería, para presentar su libro autobiográfico “El Camino de México”.
Rodeado de invitados especiales, en esta ocasión, el político con más de 42 años de trayectoria en el servicio público, en ningún momento fue citado en su cargo actual.
Durante la presentación de su obra, Ebrard Casaubon sostuvo que la obra, “es un ejercicio de transparencia: de quién soy, de dónde ´vengo…. Incluso, hablo de los grandes impactos, aquella chispa que todos alguna vez en la vida tenemos y que te llevan a ser lo que eres”.
“Este libro está dedicado y está hecho con profundo amor a México y a toda la sociedad mexicana … Y tiene como objetivo un mensaje: lo que tenemos para la contienda que se avecina: cada cual es lo que somos y lo que hemos hecho, lo demás no importa, nuestros hechos, nuestra vida, nuestra persona eso es lo que proponemos la congruencia”, estableció.
A lo largo de su intervención, el canciller Marcelo Ebrard, quien ha sido señalado como una de las “cocholatas”, por sus aspiraciones a ser el candidato Presidencial en la contienda electoral del 2024-2030, los asistentes, no dejaron pasar la oportunidad, y gritar, aplaudir y ovacionar en diversas ocasiones al funcionario con vítores de apoyo ¡Marcelo!, ¡Marcelo!, ¡Marcelo!, y ¡Pre-si-den-te!, ¡Pre-si-den-te!, ¡Pre-si-den-te!.
En el evento, el autor estuvo acompañado por su esposa, Rosalinda Bueso, la subsecretaria Marta Delgado, colaboradora de Marcelo Ebrard desde hace 17 años, la escritora Elena Poniatowska, Leticia Bonifaz Alfonso, y el periodista Ricardo Rafael.
EXPERIENCIA Y PRINCIPIOS
Ebrard Casaubon reconoció que cuenta con una experiencia de 42 años al servicio de la gente, lo cual entendió desde muy temprana edad, dijo, en un viaje a Estados Unidos, en camioneta “porque viajar por avión muy pocas personas podían hacerlo, y entonces se dio cuenta de las enormes diferencias, de la pobreza del país”.
El libro comparte de dónde vengo, quién soy, cuáles son mis valores, que son los mismos me ha costado defender lo que creo, e incluso compartió que entre los principios que le enseñó su padre -quien ya murió-, “que sólo tenemos dos cosas tu educación y tu nombre, no tienes otra cosa”.
De las cosas que disfruta y aprecia de la vida, Ebrard Casaubon resaltó que son las cosas sencillas y simples de la vida: ser congruente con lo que tú eres y piensas, porque el día que no eres congruente con ello, te acabas la concesión a que seas deshonesto con lo que piensas y crees, es lo que te lleva al fracaso o a la destrucción personal”, enfatizó.
“El mundo se puede dividir en dos: a quién le ha costado defender lo que cree y quien no cree en nada y nunca ha tenido costo alguno: son los peces globo o los peces salmón, los que van con la corriente o los que defienden lo que creen nosotros creemos en algo queremos cambiar la realidad”, manifestó.
En este mismo sentido, el funcionario y ahora recién estrenado como escritor, de manera apenas velada, se refirió también a que en el camino de la política a conocido la traición de muchas personas, pero, incluso, pidió permiso para no utilizar ese adjetivo, “sino verlas como: personas que están en la vida pública, que no tienen convicción en nada, ni le tienen a precio a su pueblo, ni les preocupa”, aunque, enfatizó también he visto la grandeza del pueblo de México, como en el sismo de 1985, ahora en la pandemia, la solidaridad incluso con Turquía, el apoyo de la gente.
En su oportunidad, la escritora Elena Poniatowska resaltó el desempeño de Ebrard Casaubon y su compromiso con las mujeres, los niños y los ancianos, e incluso resaltó que su formación intelectual y familiar “hacen que su discurso político sea progresista”.
Recordó su labor frente al embate del terremoto del 19 de septiembre de 1985, al lado de su jefe y mentor Manuel Camacho Solís, “Marcelo enfrentó una ciudad devastada”, también se refirió a la importante labor que hizo para que se aprobara la interrupción legal del embarazo en la ciudad de México y a partir de ahí en muchos estados de la República.
Leticia Bonifaz, doctora en derecho por la UNAM y ex consejera jurídica del gobierno de la Ciudad de México, externo su beneplácito de que el canciller Marcelo Ebrard “se abre y muestra al Marcelo niño, a la adolescente, las preocupaciones que tuvo en cada momento de su vida hasta la actualidad” y también mencionó la experiencia de haber trabajado con él y con Manuel Camacho, en el conflicto armado del EZLN en Chiapas, incluso, dijo, “todo el trabajo que tenga que ver con el canciller lleva la palabra intenso”.
A su vez, el periodista Ricardo Rafael, reconoció que el libro “es una obra escrita en primera persona, que desnuda a la persona en extremos que yo no me imaginé que iba a ser capaz Marcelo de poder contar.
“Habla de los afectos y los defectos con franqueza de las ideas, lo que implicó estar en las cima, pero también en el fracaso, con la misma franqueza… Prácticamente no se guarda nada excepto un tema que habla muy bien de él, que nunca menciona a sus detractores ni a los traidores”, e incluso, abundó, se cuida meticulosamente con una enorme elegancia, que no es propia de los tiempos de dejar a esas personas a un lado”.
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