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La Bella Airosa se inundó de miles de mujeres que se apropiaron de las calles para exigir justicia ante los feminicidios, desapariciones y, las nulas respuestas de la Procuraduría General de Justicia del estado de Hidalgo.
Los gobiernos, cualesquiera que sean, no han hecho nada, todo se ha quedado en palabras que se lleva el viento y las mujeres se siguen convirtiendo en una cifra más de la estadística feminicida.
Eran las 14:00 horas, con el rayo de sol a pleno, fueron arribando a la explanada de la Plaza Juárez mujeres, niñas, jóvenes, mujeres de la tercera edad, embarazadas, familiares de mujeres asesinadas y desaparecidas; todas se dieron cita para exigir una sola cosa, justicia.
Una vez en el lugar prepararon bailes, pancartas con consignas claras y cantos llenos de dolor y rabia. La hora para partir a marchar era a las 17:00 horas, tenían tiempo de sobra y fuerza para demostrarle a las autoridades que nada habrá para callarlas.
Hincadas en el piso caliente de la explanada un grupo de niñas se aprendían la canción “Sin miedo”, de Vivir Quintana, esa que se ha convertido en un himno de las mujeres que cada cada 8 de marzo salen a las calles del país con la frente en alto y el corazón destrozado.
A unos cuantos metros de las pequeñas se encontraban mujeres cantando y bailando al ritmo de los tambores que otras mujeres tocaban. Para muchas la marcha también es una celebración de vida, porque en México llegar sana y salva parece un privilegio.
En el Monumento de Benito Juárez, a su alrededor estudiantes se concentraban para salir juntas a marchar, han entendido que la de a lado es compañera y no competencia.
Aline, de 17 años comentó a esta casa editorial que estaba nerviosa, era su primera marcha, “tengo la piel chinita de ver como llegan muchas mujeres, es mi primera vez, mis amigas me animaron a venir, no pude ni dormir de pensar que las calles de Pachuca se llenarían por nosotras”.
Mientras ella contaba su sentir, a los lejos se escuchaba un canto poco conocido pero muy peculiar acompañado por humo provocado por el copal que estaban quemando en un sahumerio. Tres mujeres de vestimenta tradicional de Hidalgo, lo levantaban para abrir camino a las manifestantes, esas que siguen en pie de lucha.
Corrían las 16:35 en explanada de Plaza Juárez esa que ya estaba pintada de una marea de mujeres de color morado y verde. “Sin pañuelo verde no hay pañuelo morado”, dijo una joven que hace acompañamiento a mujeres que buscan abortar de manera legal y segura.
Estaban a unos minutos de florecer como las jacarandas que florean en primavera. Quince minutos después, el primer contingente partió, miles de mujeres lo siguieron.
“Ni una más, ni una más, ni una asesinada más”, “Hidalgo está es tu lucha, no seas indiferente, se matan las mujeres en la cara de la gente”, “mujer escucha está es tu lucha”, “justicia, justicia, justicia”, salían de las voces de las mujeres, muchas de ellas limpiaban las lágrimas que corrían por su rostro, otras tantas se tomaban de la mano y unas más se abrazaban con la sororidad que evoca el recuerdo de sus muertas.
Las calles empedradas del centro de Pachuca, Hidalgo, fueron testigo de las mujeres que hoy suplicaron justicia por las que ya no estan. El final de la marcha fue el Reloj Monumental del municipio, en donde realizaron un círculo para dejar en el piso su carteles como huella de las consignas.
Carmina, integrante de Marea Verde Hidalgo, comentó que esperaban cerca de ocho mil mujeres, las cifras oficiales aún no las da el Gobierno de Hidalgo, pero sin duda la capital del Estado se llenó de sororidad de mujeres hidalguenses.
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