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México y Brasil se han consolidado como los líderes en la producción de metales fundidos a nivel mundial, a pesar de los retos económicos impuestos por la pandemia de covid-19. En Brasil, la Confederación Nacional de la Industria (CNI) reporta que este sector emplea a casi 230,000 personas y aporta el 3.1 % del PIB industrial, con cerca de 3,000 empresas activas. En México, se espera que el sector crezca un 3 % para 2024, impulsado por el fenómeno del ‘nearshoring’, que ha generado inversiones de 1,800 millones de dólares.
A pesar del éxito, el sector enfrenta un déficit del 62 % en personal especializado, particularmente en ingenieros y técnicos en mecatrónica. Esta escasez se debe en parte a la baja representación de mujeres en carreras CTIM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), con apenas dos o tres mujeres por cada 10 ingenieros en países como México y Brasil.
Esta situación es similar en Chile y Colombia, donde la representación femenina también ronda el 30 %, según datos de la Universidad del Zulia en Venezuela.
La industria de metales fundidos en México también enfrenta competencia de países como China, Turquía e India, donde los precios pueden ser hasta un 30 % más bajos.
Sin embargo, el director de Ventas Globales de Fundiciones Nardo, Jorge Vázquez Lujano, destacó que los tiempos de entrega en estos países son de seis a ocho meses, mientras que en México es de solo dos meses, lo que otorga al país una ventaja competitiva.
Para seguir fortaleciendo el sector, Vázquez subrayó la importancia de eventos globales como la FundiExpo, que se celebrará del 16 al 18 de octubre en Ciudad de México y contará con la participación de más de 350 empresas internacionales.
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