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México consolida red de servicios de atención a la salud mental y adicciones

Integrada por centros comunitarios de salud y adicciones, hospitales generales y psiquiátricos brindan atención gratuita con pleno respeto a los derechos humanos con inclusión de todas las personas y sin discriminación

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Foto: Pixabay

En el país se cuenta con una red de servicios de atención enfocada a pacientes con trastornos mentales, integrada por entros Comunitarios de Salud Mental y Adicciones y hospitales psiquiátricos

El Modelo Mexicano de Salud Mental y Adicciones ha permitido desarrollar una red de servicios de atención enfocada a pacientes con trastornos mentales, y para lo cual incluso se cuenta con el apoyo de personal especializado en hospitales psiquiátricos.

El titular de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama), Juan Manuel Quijada Gaytán, resaltó que la red de atención está integrada por 341 Centros Comunitarios de Salud Mental y Adicciones, la instalación de 241 camas de hospitalización para pacientes con trastornos mentales en 115 hospitales generales y 34 hospitales psiquiátricos en todo el país.

Así lo estableció en el marco de la presentación de los avances en salud mental y adicciones en México, durante la “Reunión Nacional 2024, experiencia transformativa: celebrando los logros de la renovación en la salud mental y adicciones en México”.

Ante profesionales de la salud y los responsables estatales de salud mental y adicciones de las 32 entidades federativas, el titular de Conasama detalló que la Estrategia Nacional para la Prevención de Adicciones Juntos por la Paz, ha llegado a más de 39 millones de personas a través de dos millones de actividades preventivas y comunitarias.

Se estableció el Observatorio Mexicano de Salud Mental y Consumo de Drogas, que reporta que, en 2023, de las personas usuarias de drogas que solicitaron atención, 49.1 por ciento fueron por consumo de metanfetaminas; 21.8 por ciento por alcohol y 13.3 por ciento por cannabis.

Dijo que actualmente se encuentra en proceso la Encuesta Nacional de Salud Mental y Adicciones que se elabora en coordinación con el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt).

Mencionó que se han capacitado más de 140 mil profesionales médicos en salud mental y adicciones de centros de salud; además, la Línea de la Vida 800 911 2000 ha atendido más de un millón de personas en materia de adicciones, conducta suicida, violencia y tabaquismo.

Destacó que el Programa Nacional para la Prevención del Suicidio brindó en 2023, 39 mil 864 atenciones; además, 670 unidades brindan atención a través del protocolo de suicidio Código 100.

Resaltó que las nuevas reglamentaciones en materia de control de tabaco implicaron que, en 2022, México fuera premiado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). También destacó la prohibición de vapeadores para priorizar la salud de niñas, niños y adolescentes.

La atención en materia de salud mental y adicciones en pueblos originarios y poblaciones clave se implementó en las comunidades de los pueblos yaqui y rarámuri, mientras que el Programa de Atención Comunitaria de Salud Mental en Comunidades Prioritarias se puso en marcha en: San Marcos, Guerrero; Aguililla, Michoacán y Guachochi, Chihuahua.

Al abordar las acciones integrales, reportó el trabajo con la Comisión Intersecretarial para la Reinserción Social y Servicios Pospenales para detectar de manera oportuna VIH, hepatitis C y sífilis; además, se realizaron campañas de vacunación y se brindó capacitación para la prevención del suicidio.

Quijada Gaytán indicó que la nueva etapa de la agenda en la materia implica: consolidación y ampliación de los servicios de salud mental y adicciones en todo el país, y atención con pleno respeto a los derechos humanos de todas las personas, incluyendo quienes pertenecen a la diversidad.

Destacó la importancia de reforzar la vinculación interinstitucional, principalmente con el sector educativo, para que niñas, niños y adolescentes sean los agentes de cambio de la salud mental y normalicen cada vez más hablar sobre las emociones, sobre cómo nos sentimos y lleguen a la adultez con más herramientas socioemocionales.

Además, fortalecer la prevención, atención y estrategias de la reducción de riesgos y daños para aquellas personas que ya consumen sustancias tóxicas y deciden no dejar de hacerlo, la política de atención médica debe ser de puertas abiertas.