En México, hay más mujeres que hombres con estudios de educación superior desde licenciatura, maestría o doctorado, pero también es una realidad que enfrentan mayores tasas de informalidad, desempleo y un nivel salarial más bajo que sus contrapartes masculinas.
De hecho, la selección de carrera profesional profundiza las desigualdades entre hombres y mujeres en el mercado laboral donde este sector de la población gana menos por el mismo trabajo.
Por ello, el IMCO advierte que elegir carrera de manera informada mejora los rendimientos futuros de la educación: mayores ingresos, menor riesgo de quedarse en la informalidad o el desempleo, y tres veces más probabilidad de crecer dentro de una organización.
De acuerdo a un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), las mujeres tienden a elegir profesiones que les garanticen flexibilidad de horarios o jornadas laborales más cortas, como la docencia; o bien aquellas vinculadas con la provisión de cuidados, como la enfermería, o de servicios como la administración de empresas.
Desde 2012 algunas áreas de estudio han ganado popularidad entre las mujeres. Tal es el caso de las ciencias de la salud, los servicios y, en menor medida, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), la agronomía y medicina veterinaria. En otras áreas la popularidad ha disminuido, como administración y negocios, ciencias sociales y educación.
Desde la niñez surgen las diferencias que más adelante se traducen en disparidades profesionales en el mercado laboral entre mujeres y hombres
De acuerdo con un estudio de la OCDE, niñas y niños tienen distintas aspiraciones profesionales para su futuro: 7.7% de los niños aspiran a ser ingenieros, 6.7% prefieren la administración de empresas, 6% la medicina y 5.5% las TIC.
En el caso de las niñas, la aspiración profesional más frecuente es la medicina (15.6%), seguida por la docencia (9.4%), la administración de empresas (5%) y el derecho (4.6%).
Estas diferencias –agrega el IMCO--se vuelven más notorias conforme avanza el nivel de escolaridad y se ingresa al mercado laboral.
Se observan particularmente en carreras relacionadas con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM por sus siglas en inglés), donde únicamente tres de cada 10 egresados en México son mujeres.
La OCDE considera que las diferencias en la elección del campo de estudio entre hombres y mujeres son el principal factor que alimenta la brecha salarial de género entre profesionistas.
Por ejemplo, los hombres son más propensos a estudiar en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM), mismos que se asocian con mayores ingresos, mientras que una mayor proporción de mujeres eligen carreras con expectativas salariales más bajas como la educación, las artes y las humanidades.
Un claro ejemplo de lo anterior es que las carreras de formación docente de educación inicial, trabajo social y orientación educativa, tres de las cinco carreras con mayor porcentaje de mujeres, encabezan también la lista de las peor pagadas en el ranking de Compara Carreras.
El IMCO considera que en todo el mundo la popularidad y la demanda de carreras como contabilidad, auditoría y administración de empresas ha disminuido, mientras que la de otras profesiones tecnológicas –como análisis y ciencia de datos, desarrollo de software y automatización de procesos— son cada vez más demandadas dentro de los centros de trabajo.
Por este motivo, el rango salarial que ofrecen, y la calidad del empleo en general, se ha vuelto mucho más atractivo tanto para hombres como para mujeres.
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