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Al menos la mitad de las escuelas privadas de educación básica, media superior y superior de la Ciudad de México está en riesgo de cerrar sus operaciones al final del actual ciclo escolar 2024-2025 por el incumplimiento a la nueva norma de Protección Civil en Escuelas.
Aprobada luego del sismo de 2017 y después de la tragedia en el Colegio Enrique Rébsamen, donde 19 niñas, niños y 7 adultos perdieron la vida, a las escuelas se les impuso mayores condiciones de seguridad para sus comunidades educativas, normas que la mayoría incumple o es lenta para instrumentarlas.
Uno de los requerimientos son revisiones a profundidad de la infraestructura para diagnosticar la calidad de salud estructural de los Planteles.
Carlos Toriz, director general de Escuelas Seguras México, una organización especializada en educación en situaciones de emergencia o desastre, alertó a Crónica sobre la situación escolar en la Ciudad de México, que se hizo visible en ocasión de los microsismos que recientemente vivió la capital del país.
Muertes de Niños en Escuelas Mexicanas
Reveló que “un dato alarmante registrado es que en México cada 22 días muere un niño dentro de una escuela, según reporta el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi)”.
Añadió que desde 2017 han contabilizado al menos 98 fallecimientos de niños menores de 14 años que sufrieron accidentes o lesiones intencionales dentro de sus escuelas.
“Aunque estos decesos en horarios de clases son poco frecuentes, representando solo el 0.5 por ciento de las muertes de niños y adolescentes en el último lustro, el promedio de fallecimientos dentro de las escuelas es de uno cada 22 días en los más de 205 mil planteles educativos que operan en territorio nacional”, detalló.
Causas de Muerte y entidades con mayores casos
Toriz manifestó que en algunos casos fue posible determinar la causa de muerte de los niños en las instalaciones educativas; de los 95 decesos contabilizados entre 2017 y 2021, en 29 de ellos se cuenta con detalles de lo que originó el fallecimiento.
“Las principales causas de muerte en las escuelas incluyen caídas y agresiones, con 8 casos cada una; seguidas de casos por ahogamiento y sumersión accidentales, con seis defunciones; y lesiones autoinfligidas y envenenamiento accidental, con dos reportes cada uno”, detalló.
Dijo que también registraron un caso de muerte por accidente de transporte.
Comentó que el Estado de México es la entidad con más casos en el último lustro, sumando nueve muertes dde estudiantes, la mayoría de ellas ocurridas entre 2017 y 2019.
En la Ciudad de México contabilizan seis muertes por lesiones ocurridas dentro de los horarios escolares, mientras que entidades como Jalisco, Puebla y Morelos registran cuatro defunciones desde 2017, indicó Carlos Toriz.
La Gustavo A.Madero, incumplida
El experto ejemplificó con la situación de la seguridad escolar en la Alcaldía Gustavo A. Madero (GAM), especialmente en el contexto de las nuevas normativas a las que están obligadas las escuelas privadas.
“De las 145 escuelas primarias privadas en la alcaldía GAM, se estima que 50 planteles están en riesgo de cerrar operaciones este ciclo escolar; este cierre no solo impacta la oferta educativa, sino que también podría tener consecuencias económicas y sociales significativas para las familias de la comunidad”, explicó.
La Nueva Norma de Protección Civil en Escuelas
Toriz explicó que una de las medidas más destacadas fue la creación de una nueva norma de protección civil diseñada específicamente para las escuelas de la Ciudad de México; esta normativa establece requisitos esenciales para asegurar la protección de los estudiantes en caso de sismos u otros desastres naturales.
Dijo que “los requisitos incluyen la instalación de sistemas eléctricos con tierra física, colocación de películas antiestallantes en superficies de vidrio, empleo de materiales retardantes de fuego en superficies inflamables como puertas principales y puertas de emergencia, lo que reduce el riesgo de propagación de incendios en caso de emergencia, además de la instalación de barras antipánico”.
Luego señaló que el gobierno de la Ciudad de México se unió a la Iniciativa Mundial para Escuelas Seguras (WISS) y a la Alianza Global para la Reducción del Riesgo de Desastres y la Resiliencia en el Sector de la Educación (GADRRRES).
Estos compromisos tienen como objetivo reforzar la coordinación internacional y promover la seguridad escolar en todo el mundo.
Manifestó que el Marco Integral de Escuelas Seguras al 2030, impulsado por GADRRRES y en consonancia con la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, se basa en tres pilares fundamentales.
El primero son centros escolares seguros, con infraestructura resistente a desastres; luego el análisis de riesgos para evaluar y gestionar amenazas naturales y antropogénicas; el tercero, educación para la reducción de riesgos y la resiliencia, empoderando a los estudiantes para enfrentar desafíos como el cambio climático.
La implementación de estos pilares contribuye directamente a la consecución de varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, especialmente el ODS 4 (Educación de Calidad), el ODS 13 (Acción por el Clima) y el ODS 11 (Ciudades y Comunidades Sostenibles), detalló.
La Revisión Profunda de los Planteles
El director de Escuelas Seguras México dijo que actualmente, la Ciudad de México se encuentra en la fase final de una revisión profunda de los planteles escolares de nivel básico.
Una vez concluida esta etapa, se extenderá a los planteles de nivel medio superior y superior.
“Esto representa un paso significativo para asegurar que todas las instituciones educativas cumplan con los estándares de seguridad y resiliencia necesarios para proteger a los estudiantes”, expresó.
Señaló que la Ciudad de México demostró que es posible transformar la seguridad escolar, incluso después de enfrentar tragedias devastadoras; “los avances de los últimos seis años se presentan como un modelo para replicar en todo México, donde muchas regiones enfrentan amenazas similares”.
Finalmente, dijo que aunque persisten desafíos como la concienciación pública sobre los riesgos de desastres y la necesidad de preparación, “la educación en reducción de riesgos, resiliencia y sostenibilidad son pasos cruciales hacia un futuro más seguro y sostenible”.
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