Nacional

Más de la mitad de los incendios forestales, son ocasionados

En lo que va del año cerca de mil 100 siniestros han afectado más de 37 mil hectáreas en 26 estados de la República

En lo que va del año se han registrado 1,091 incendios forestales en el país, afectando una superficie de 37 mil 409 hectáreas en 26 entidades

En lo que va del año se han registrado 1,091 incendios forestales en el país, afectando una superficie de 37 mil 409 hectáreas en 26 entidades

Más de 50 por ciento de los incendios forestales es provocado por el ser humano y hasta el 28 de marzo pasado se han registrado mil 91 en México afectando una superficie de 37 mil 409 hectáreas en 26 entidades del país.

Con el propósito de evitar mayor daño a la biodiversidad, 42 mil 471 brigadistas de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) han intervenido, siendo la Ciudad de México, Estado de México, Puebla, Veracruz, Tlaxcala, Durango, Morelos, Chiapas, Jalisco y Oaxaca los territorios con mayor presencia de este tipo de eventos.

En este contexto, el doctor Derik Castillo Guajardo, investigador de la Unidad Lerma de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), resaltó que si bien muchos de estos incendios forestales responden a que son los propios agricultores quienes buscan ampliar la frontera agrícola quemando los bosques y preparar la tierra para sembrar porque está próximo el círculo agrícola retrasado debido a la falta de lluvia, lo cierto es que el problema se agrava, dijo, debido a que “no avisan a Protección Civil, tampoco hacen sus brechas corta fuegos y simplemente prenden el pasto y con los vientos que soplan las llamas alcanzan las masas forestales”.

AGRICULTORES SIN ALTERATIVAS

AGRICULTORES SIN ALTERATIVAS

El investigador resaltó que no se les ha dado una alternativa tecnológica respecto del uso del pasto y su aprovechamiento, como hacer composta o utilizarlo en adobes, y consecuencia de estos incendios forestales, es que la fauna también se está viendo seriamente afectada:

“Estamos viendo que las especies animales que habitan en las zonas afectadas, como serpientes, lagartijas, ratones, tlacuaches, ardillas, armadillos y otros mamíferos y reptiles acaban muriendo, porque la gran mayoría no tiene madrigueras para resguardarse.

“Es muy triste ver fotografías de los activistas que han visitado los sitios quemados que muestran especies incineradas y que encuentran latas de gasolina cerca, sólo porque los campesinos quieren sembrar más; por lo tanto, necesitamos encontrar una manera de colaborar con ellos para preservar las masas forestales que tanto necesitamos”, demandó.

Enfatizó que con base en una investigación acerca de los incendios en Áreas Naturales Protegidas (ANP), en el país hay dos tipos de vegetaciones: una dependiente del fuego porque las semillas sólo germinan si se han quemado y otras sensibles al fuego, localizadas en los bosques tropicales del sureste.

Muchos campesinos tiran los árboles, cortan la vegetación que se seca y la queman para que la ceniza actué como fertilizante. En el centro del país, como en la Sierra de las Cruces cerca de la Unidad Lerma, “tenemos una crisis importante porque los agricultores para limpiar sus tierras las queman, sin medir la afectación a especies como águilas y halcones, que ponen sus nidos en las copas de los árboles”.

El daño de esta situación es grave, porque se ve afectada la biodiversidad “que de por sí está muy alterada por la reducción de las superficies, debido a la ampliación de la frontera agrícola y urbana que reduce cada vez más el espacio, lo que nos lleva a un momento crítico”, advirtió.

También se han perdido árboles como pinos en el Estado de México, lo cual sumado al cambio del clima y contaminación que viene de zonas conurbadas de la capital y Toluca por óxidos de azufre y de nitrógeno debilitan el arbolado y lo hacen más susceptible al ataque del gusano barrenador o descortezador.

Destacó que se trabaja con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), instancia que brinda información a través de su portal dos veces al día recabada a través de sus sensores que son capaces de detectar puntos calientes que puedan estar asociados con incendios.

En materia de prevención resaltó que es necesario lanzar campañas de educación ambiental en las que alumnos y alumnas de Biología Ambiental de la Unidad Lerma puedan participar elaborando carteles para difundir información en escuelas o en los comisariados ejidales, así como realizar pláticas para concientizar a la gente y evitar incendios forestales.

Además, solicitar a quienes visitan los bosques tomar las precauciones debidas al prender una fogata, así como apagarla con agua o tierra para evitar que permanezca encendida y pueda ocasionar un siniestro, “porque los incendios son responsabilidad de todos, no sólo de los comisariados ejidales”, puntualizó.