Las superbancadas oficialistas, tanto en la Cámara de Diputados como en la Cámara de Senadores, están a punto de ser confirmadas; este domingo, el Instituto Nacional Electoral (INE) procesó el número de votos de mayoría y de representación proporcional que determinan los legisladores que cada partido tendrá en la próxima legislatura. Es la última batalla de la oposición en la que, desesperadamente, trata de matizar el efecto de la aplanadora morenista que les pasó por encima el 2 de junio.
Morena y aliados están a punto de acreditarse una mayoría calificada en la cámara baja, donde tendrían 372 de los 500 curules. En el Senado, tendría 82 de 128, a sólo dos escaños de la mayoría calificada. Los números fueron festejados por Mario Delgado, mientras la oposición anunciaba la judicialización de éstos, no para cuestionar que esos son los votos logrados por cada quien, sino para evitar que Morena y aliados tengan una sobrerrepresentación en el Congreso de la Unión.
La oposición basa sus esperanzas en la regla constitucional que determina que ningún partido podrá tener, gracias a las vías plurinominales, un peso 8% mayor en las cámaras al porcentaje de votos que logró. Pero Morena está mandando a sus candidatos triunfadores a sus partidos aliados, dándole la vuelta así a la reglamentación.
Este método ya fue probado por Morena y aliados en la Ciudad de México y, por supuesto, los partidos de oposición anunciaron ya recursos legales ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Una ventaja del oficialismo radica en los acuerdos de coalición firmados por los partidos Morena-PT-PVEM. Allí es donde Morena ha encontrado elementos para señalar que morenistas clavados son en realidad petistas o verdes, sorteando así los límites del 8 por ciento de sobrerrepresentación.
En la sesión nocturna del INE, a través de su secretaría ejecutiva, estableció los votos totales que, desde ahora, quedan oficializados y que Delgado utilizó para pronosticar la composición de ambas cámaras. El INE se limitó a enviar al Congreso de la Unión y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, lo que está establecido en la ley, y ahora el reparto de curules y escaños se disputará en esas instancias.
“Los números son los números”, señaló Emilio Álvarez Icaza, representante del Poder Judicial en el Consejo General del INE, pero habló sobre las cuitas que está viviendo la oposición. “Lo que preocupa es el signo de un talante autoritario que no corresponde con lo expresado ni con la ley; por supuesto que entendemos que hay una mayoría expresada en la urna, pero no debe ser una mayoría ilegítima, generada por una maniobra chicanera”.
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