Una vez que se suspendió la sesión en el Senado se la República, la mesa directiva morenista decidió que se retomaría la discusión en el recinto de la calle Xicoténcatl en el Centro Histórico, lugar donde se presentó el senador panista que horas antes pidió licencia por problemas de salud, Miguel Ángel Yunes.
Por la mañana, el senador blanquiazul anunció que dejaría su cargo por un padecimiento, a lo que su expartido, no le creyó y Marko Cortés lo calificó de traidor. La bancada morenista lo recibió con aplausos y desde ese momento se especuló que había cedido a las preguntas presiones de la Cuarta Transformación.
Entre risas y en la calle Xicoténcatl, Yunes abrazó al senador de Durango por el PT, Alejandro Yáñez, sin que se le observara en un mal estado de salud.
“Como es sabido, vengo enfrentando desde hace meses problemas de salud que se han complicado y que me evitan que cumpla con eficiencia mi tarea. Al término del tratamiento al que estoy sometido, asumiré de nueva cuenta mi honrosa representación a la Cámara de los Senadores”, dijo cuando se separó de su cargo.
Su padre, el exgobernador de Veracruz Miguel Ángel Yunes Linares tomó su escaño y explicó que su hijo padece un problema en la columna cervical.
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