En niños de 10 años hasta adolescentes de 14, se registró un incremento de un 37 por ciento, en la incidencia de estos casos, en tanto que en adolescentes del sexo femenino con edades que oscilan entre 15 y los 19 años fue de 12 por ciento, señaló la doctora Jacqueline Cortés, especialista en Psiquiatría Infantil y del Adolescente y presidente de la Asociación Psiquiátrica Mexicana (APM).
En este mismo sentido, precisó que los pensamientos suicidas en jóvenes adolescentes, aumentaron de 5.1% a 6.9%, en tanto que una conducta suicida en adolescentes aumentó de 3.9% a 6.0%, con lo que, las estimaciones son que cada 45 segundos alguien se quita la vida, lo que eleva a un aproximado de 703 mil personas al año en todo el mundo, precisó.
Previo a la conmemoración del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, este 10 de septiembre, el doctor Alejandro Molina, presidente electo de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, en entrevista con Crónica, enfatizó que “es necesario crear conciencia de que cada muerte por suicidio es un problema de salud pública con un profundo impacto en los que les rodean”.
Puntualizó que con una mayor concientización del suicidio, condutas de riesgo, y señales de alerta, se logrará tener una sociedad más informada, lo cual permitiría alcanzar una reducción del estigma en torno a esta problemática que tiene un importante impacto en las familias y la sociedad.
Señaló que las señales más importantes que pueden advertir el riesgo suicida en niños, niñas y adolescentes, así como adultos, ya sean jóvenes o mayores, y que no deben ignorarse son: hablar de querer morir o desear matarse, sentirse vacío o desesperado, o manifestar que no tienen motivos para vivir, hablar de sentirse atrapado o pensar que no hay ninguna solución, sensación de un dolor físico o emocional insoportable.
También es importante estar muy alertas cuando hablan de sentir que son una carga para los demás, alejarse de familiares y amigos, regalar posesiones importantes que antes no se hubieran desecho de ellos, comenzar a despedirse de amigos y familiares, así como comenzar a hablar o pensar en la muerte con mucha frecuencia.
SIGNOS GRAVES DE ADVERTENCIA
El especialista hizo especial énfasis no dejar solo a una persona cuando comienza a manifestar determinados signos de advertencia que pueden considerarse ya, como graves, de que alguien puede estar en riesgo de intentar suicidarse cuando manifiesta cambios extremos en el estado de ánimo, pasando repentinamente de estar muy triste a sentirse muy tranquilo o feliz, hacer planes o buscar formas de suicidarse, como buscar métodos letales en línea, acumular pastillas o comprar un arma, hablar de sentirse muy culpable o avergonzado, consumir alcohol o drogas con más frecuencia, mostrarse ansioso o agitado, cambiar los hábitos alimenticios o de sueño y mostrar furia o hablar de buscar venganza.
Puntualizó que dichas señales no siempre son evidentes, “ya que pueden mantenerse en secreto las ideas y deseos de suicidio”, sin embargo, precisó que todas las amenazas de suicidio comunican desesperación y son un grito de ayuda, por lo que, como sociedad la obligación es la de cuidarnos en el entorno familiar, personal y de ser posible laboral, vigilando por la salud física y mental.
Al respecto, es importante mencionar que se ha logrado identificar que una parte importante de los suicidios tienen a menudo un trastorno mental o una situación de estrés, situaciones que aunadas al hecho de que, en ocasiones la población no está bien informada respecto a este tipo de trastornos en la salud mental o emocional de las personas se desconoce que estas situaciones se pueden prevenir con la ayuda de un profesional de la salud y el tratamiento farmacológico adecuado para cada individuo y tratar enfermedades neurológicas y psiquiátricas como: depresión, ansiedad, esquizofrenia y trastorno bipolar, las cuales se sabe que son enfermedades con un alto índice de riesgo suicida.
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