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La Secretaría de la Función Pública (SFP) reveló este martes el nuevo Código de Ética de la Administración Pública Federal, que establece los compromisos y comportamiento que deben asumir las personas servidoras públicas en las dependencias federales, incluyendo la prohibición de realizar o tolerar actos de hostigamiento y acoso sexual.
Los burócratas mexicanos deberán evitar conductas- con independencia del sexo, identidad o expresión de género- tales como realizar señales sexualmente sugerentes con las manos o través de los movimientos del cuerpo; tener contacto físico sugestivo o de naturaleza sexual, como tocamientos, abrazos, besos, manoseo, jalones; hacer regalos y espiar a una persona en su intimidad, o mientras esta se cambia de ropa o esta en el sanitario.
Asimismo, queda estrictamente prohibido expresar comentarios, burlas, piropos o bromas hacia otra persona referente a la apariencia o a la anatomía con connotación sexual, bien sea presenciales o a través de algún medio de comunicación
La Secretaría de la Función Pública destacó que el nuevo código de ética, publicado en el Diario Oficial de la Federación, reconoce el respeto a los derechos humanos como principio y eje fundamental del servicio público; además de que, redefine sus objetivos y alcance para promover un comportamiento ético de los burócratas dentro y fuera del espacio de trabajo.
“Por primera vez, el código establece el respeto a los derechos humanos como principio y eje fundamental del servicio público, incorpora el concepto de igualdad de género en lugar del de equidad y regula nuevas temáticas, como el acoso laboral, la agenda de cuidados y el uso de redes sociales”, detalló en un comunido.
El documento también incorpora las reglas de integridad que deben prevalecer en las actividades cotidianas de las personas servidoras públicas: trámites y servicios; recursos humanos; información pública; contrataciones públicas; programas gubernamentales; licencias, permisos, autorización y concesiones; administración de bienes muebles e inmuebles; control interno; procesos de evaluación, y procedimientos administrativos.
Asimismo, establece los compromisos que deben asumir las personas servidoras públicas para la implementación de los principios, valores y reglas de integridad, como contribuir a la buena imagen institucional.
“El nuevo Código de Ética para la Administración Pública Federal define claramente las obligaciones de las instituciones públicas para fomentar su cumplimiento, investigar su inobservancia y, en su caso, promover las sanciones correspondientes”, explica la SFP.
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