El paciente trasplantado de córnea, con una adecuada evolución puede recuperar la visión por completo y retomar todas sus actividades familiares, sociales, laborales o escolares.
En algunos casos, recuperar la visión depende de la causa de la pérdida de la vista, edad, tejido y seguimiento al tratamiento; a veces la persona requiere lentes de armazón o de contacto, posterior al trasplante de córnea, que es un procedimiento quirúrgico para sustituir el tejido corneal dañado por uno sano de un donante fallecido.
Es importante tomar en cuenta que las personas que son candidatas a este tipo de intervenciones son aquellas quienes presentan una lesión en la córnea que ocasiona pérdida de transparencia y problemas para que los rayos de luz se transmitan al interior del ojo, lo que disminuye la capacidad visual aun con el uso de lentes de contacto o de armazón.
Las enfermedades que dañan la córnea y sólo se pueden resolver con trasplante son el queratocono o ectasia corneal, una anormalidad que afecta la forma de este tejido y es el problema corneal más frecuente. Otra es la queratopatía bullosa, que se identifica porque la córnea pierde transparencia, se vuelve opaca y suele presentarse tras una cirugía intraocular como la de catarata.
Un problema más, es la distrofia de Fuchs, que ocurre cuando las células de la capa corneal llamada endotelio mueren gradualmente, por lo que este tejido comienza a opacarse, pierde transparencia y disminuye la visión. Otra alteración en la córnea es la queratitis infecciosa provocada por herpes, bacterias, hongos o parásitos.
Para el caso de los menores de edad, se pueden presentar distrofias endoteliales, que es una alteración congénita en el tejido corneal.
Los trasplantes de córnea pueden realizarse desde los cinco años; no obstante, es indispensable tener en cuenta las condiciones generales y sistémicas de cada paciente para considerar que puede ser candidato; por ejemplo, si tiene alguna alteración cardíaca o pulmonar, la anestesia general que se requiere para la cirugía puede representar un riesgo.
Ante ello, los especialistas suelen recomendar a quienes reciben trasplante de córnea, acudir a seguimiento médico por lo menos el primer año a partir de la cirugía, para asegurarse de que no hay rechazo del tejido, infección o inflamación que deba ser atendida o controlada.
Por lo que se refiere a un eventual rechazo de tejido corneal en personas que recibieron trasplante suelen presentarse síntomas como: baja visión, ojo rojo o dolor. En estos casos debe acudir inmediatamente al servicio de oftalmología.
También es importante proteger el ojo con lentes para evitar la caída de alguna sustancia o polvo, o recibir golpes directos; no realizar deportes de contacto o actividades que puedan representar riesgo.
En México, más de tres mil 350 personas requieren trasplante de córnea, de acuerdo con el registro del Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra) de la Secretaría de Salud.
Las personas que deseen ser donadoras de órganos al momento de fallecer es importante que lo manifiesten a su familia y seres queridos y, de ser posible, descargar su tarjeta de donador voluntario desde el sitio gob.mx/cenatra.
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