La iniciativa e insistente propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador para desaparecer los órganos autónomos en México puede tener varios fines, ya sean personales o políticos, sin embargo, este plan no comulga con el compromiso adquirido por el gobierno de la 4T, que tras haber firmado el 29 de enero de 2020 el nuevo tratado comercial con Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC), aceptó respetar las reglas y ordenamientos del acuerdo, uno de ellos, reforzar y dar plena libertad de actuación a los órganos autónomos que actúan como entes reguladores entre el gobierno, inversionistas y empresas extranjeras, por lo que de avanzar la extinción de los entes reguladores independientes México pondría el acuerdo comercial al borde del divorcio y sin posibilidad de una renovación.
Ramses Pech, Ingeniero Químico, analista y especialista en temas de energía y comercio de hidrocarburos, advierte que el Gobierno Federal está actuando a ciegas, sin medir consecuencias futuras y sin tomar en cuenta que sus acciones arrebatadas para desaparecer los órganos autónomos pondría abrir camino a reclamos de sus socios comerciales, toda vez que se estaría ignorando el artículo 28 del Tratado Comercial que aborda como tema central las buenas prácticas regulatorias.
El especialista subraya que el citado artículo del tratado comercial destaca en su contenido central que los órganos autónomos que hacen las labores de entes de equilibrio entre el gobierno e inversionistas nacionales y extranjeros, por citar un ejemplo, ya que se encargarían de ofrecer transparencia y rendición de cuentas sobre los actos del gobierno mexicano, habría certidumbre para sus socios Canadá y Estados Unidos, y no habría dudas sobre la participación nacional al ofrecer piso parejo en los asuntos que competen a todos los rubros que comprende el T-MEC.
Sin embargo, la desaparición de entes reguladores abriría camino a las dudas sobre el piso parejo en las acciones comerciales, así como inquietud sobre el respeto a inversionistas y empresas extranjeras con presencia en México.
En la misma línea, Ramses Pech resalta que el capítulo 28 del acuerdo comercial en el que aborda las buenas prácticas regulatorias, subraya en uno de sus apartados que México, Estados Unidos y Canadá reconocen el compromiso de que todas las prácticas gubernamentales deben estar sujetas a la presentación y promoción de sus entes regulatorios a través de una mayor transparencia, análisis objetivo, rendición de cuentas y predictibilidad para facilitar los objetivos del comercio internacional, la inversión y el crecimiento económico, al tiempo que contribuye a la capacidad de cada parte para lograr sus metas de política pública (que incluyen objetivos en rubros como salud, seguridad y medio ambiente) en el nivel de protección que cada nación considere apropiado.
En el apartado 28.3 del citado capítulo, resalta el especialista que los tres socios del T-MEC califican como clave e importante el papel de sus respectivos órganos autónomos en la promoción de buenas prácticas regulatorias para el desempeño de funciones esenciales de asesoramiento, coordinación y revisión para mejorar la calidad de las regulaciones, así como para desarrollar mejoras a su sistema regulatorio.
Asimismo, prevén mantener y fortalecer sus respectivos órganos centrales de coordinación regulatoria, dentro de sus respectivos mandatos compatibles con su ordenamiento jurídico.
La propuesta de la 4T de eliminar los órganos autónomos echaría a saco roto este compromiso firmado en el 2020, lo que pone en riesgo ya no la revisión del acuerdo comercial en el 2026, sino la continuidad del T-MEC, ya que uno de sus miembros, en este caso México, estaría ignorando uno de los ordenamientos.
De avanzar en el Congreso de la Unión la propuesta de López Obrador de desaparecer órganos autónomos que le son incómodos, como el Instituto Nacional Electoral (INE), la Comisión Reguladora de Energía (CRE), la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y el Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI),Ramses Pech advierte que no sólo se estaría ignorando un compromiso firmado por la actual administración federal, sino que estaría poniendo en peligro la renovación del T-MEC.
De acuerdo con la Cámara de Diputados, los órganos constitucionales autónomos en el país son el Banco de México (Banxico), el INE, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la CRE, la Cofece, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la Fiscalía General de la República (FGR), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y el INAI, pero no todos le representan una piedra en el zapato al mandatario, pero advierte que arrasaría con todos estos entes independientes pues a su decir, “no sirven para nada”.
Habrá que esperar si el Congreso con mayoría de la 4T cumple al pie de la letra a partir de septiembre próximo, la orden del Ejecutivo Federal, de extinguir a los órganos autónomos, lo que de concretarse estaría marcando un divorcio anunciado entre los socios comerciales de Norteamérica y abriría camino al posible fin del T-MEC.
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