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La inseguridad en el país ha superado la capacidad de acción de las fuerzas del orden con una estrategia que por el ángulo que se le vea no ha dado los resultados prometidos, al grado de que ya sin importar hora ni lugar o si hay una importante multitud, grupos del crimen organizado amenazan, extorsionan, asesinan y secuestran de forma masiva sin importar si se trata de gente inocente, entre ellos menores de edad. El reciente episodio de secuestro masivo de 66 personas en Culiacán, Sinaloa, ya cruzó su frontera y alcanzó a Nuevo León, donde la mañana del jueves 17 personas integrantes de cuatro familias fueron privadas de su libertad, pero siete de ellas ya fueron rescatadas.
El episodio de terror tuvo como escenarios comunidades neoleonesas en los municipios de Salinas Victoria y Ciénega Fuegos, a donde llegaron hombres armados de un grupo criminal aún no identificado que buscaban a un individuo con que tenían que ajustar cuentas pero a quien no lograron ubicar.
Vecinos de ambos municipios que pidieron el anonimato por temor a represalias, señalaron a agentes ministeriales de la unidad antisecuestro de la Fiscalía del estado que arribaron a los sitios en donde se llevaron a cabo estos levantones, que hombres armados a bordo de camionetas llegaron preguntando por un sujeto, pero al no encontrarlo decidieron llevarse a las personas a las que interrogaban junto con sus familias, entre ellos niños.
De acuerdo con la fiscalía estatal, en Salinas Victoria fueron secuestradas 12 personas integrantes de tres familias de las colonias Los Villarreales y Los Morales. En tanto que en el municipio de Ciénega de Flores cinco integrantes de una familia también fueron levantados.
Derivado de operativos en los municipios donde se registraron los secuestros, elementos del grupo antisecuestro de la Fiscalía y la Fuerza Civil realizaron el rescate de 7 personas que habían sido privadas de la libertad, sin que hasta el momento se conozca si todos son miembros de una o varias familias y cuantos son menores de edad.
Tal y como ocurrió en el secuestro masivo del pasado 23 de marzo en Culiacán, las personas liberadas se han resistido a presentar la denuncia de lo ocurrido.
Este caso en Nuevo León y el de Sinaloa se suman a otros casos recientes, como el del pasado 21 de marzo en Chiapas, donde 95 migrantes ecuatorianos fueron privados de su libertad por hombres armados.
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