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Productores otomíes surten insumos a restaurantes en Tulum

Como garantía del éxito de la harina de plátano, el Chef Real Coconut Kitchen avaló la calidad para la elaboración de pan, malteadas, hotcakes y productos de repostería que hacen los sembradores

Mujeres indígenas trabajan en una fábrica de chips de plátano
Durante la producción de harina de plátano Durante la producción de harina de plátano (La Crónica de Hoy)

Los productores otomíes del estado de Puebla que forman parte de la Comunidad de Aprendizaje Campesino (CAC), en el Cerro del Pozo, son integrantes del programa Sembrando Vida y comercializarán mensualmente casi media tonelada de harina de plátano a dos restaurantes en Tulum, Quintana Roo, uno de los estados con mayor turismo, donde gente de diferentes partes del mundo tiene la oportunidad de probar nuestras riquezas gastronómicas mexicanas.

El programa Sembrando Vida es una iniciativa del Gobierno de México, busca contribuir al bienestar social de sembradores a través del impulso de la autosuficiencia alimentaria con acciones que favorezcan reconstrucción del tejido social y la recuperación del medio ambiente a través de la implementación de parcelas con sistemas productivos agroforestales.

El aporte de los productores funcionará como incentivo para otras comunidades de aprendizaje campesino, ya que sus resultados en cuanto a cosecha han destacado y buscan satisfacer la demanda en diversos establecimientos que se han interesado.

A pesar de que el programa Sembrando Vidas, fue subestimado porque los productores creían que el apoyo gubernamental sería nulo como en años pasados, los otomíes resaltaron que desde el inicio del actual gobierno se han sentido respaldados.

Uno de los objetivos de Sembrando Vida, es combatir la pobreza rural y la degradación ambiental, por lo que buscan rescatar el campo, reactivar la economía local y la regeneración del tejido social en las comunidades.

Los otomíes señalaron que la idea de producir harina de plátano nació al excedente que tenían en la producción del fruto, por lo que buscaron sacar provecho y fabricar más productos, de manera que fueron distribuyendo el insumo en distintos tianguis locales, hasta llegar a la Ciudad de México y ahora a Tulum.

Los procesos del programa del Gobierno de México toman un papel importante, pues gracias a ellos se ha logrado generar e intercambiar conocimiento entre productores, lo que ha provocado transformar el plátano en harina y darle un envasado para su venta; el producto es etiquetado y vendido principalmente en los tianguis de Sembrando Vida en la Zona Norte de Puebla.

Sembrando Vida ha cumplido su propósito y ha logrado sustentar parte de los componentes sociales, económicos y ambientales de la comunidad del Cerro del Pozo; la producción ha contribuido a la generación de empleos, el cuidado del medio ambiente y ha favorecido a cientos de familias.

Como garantía del éxito de la harina de plátano, el Chef Real Coconut Kitchen avaló la calidad para la elaboración de pan, malteadas, hotcakes y productos de repostería que hacen los sembradores; cabe la probabilidad de que a mediano plazo puedan exportar el producto.

Sembrando Vida actualmente beneficia a más de 445 mil personas de 21 estados con empleos permanentes, de los cuales el 31 por ciento son mujeres y el 69 por ciento son hombres; hay 25,920 localidades afiliadas al programa y 1004 municipios que reciben beneficios económicos, sociales y ambientales.

Por su parte, los productores otomíes son conscientes de que deben estandarizar el producto y estabilizar su producción para no perder la oportunidad que les esta dando el mercado; también estarán ofertando alimentos del 26 al 28 de mayo en la Macroplaza de la alcaldía Iztapalapa en la Ciudad de México.

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