Protección Civil en México: avances y retos en la gestión de riesgos

El 19 de septiembre, México conmemora el Día Nacional de Protección Civil, una fecha que no solo evoca los devastadores sismos de 1985 y 2017, sino que también busca fomentar la cultura del autocuidado y la autoprotección ante los diversos desastres que pueden afectar al país. Instituido en 2001 mediante un decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación, este día tiene como objetivo reforzar la conciencia sobre los riesgos naturales y humanos, y preparar a la población para enfrentarlos con responsabilidad y conocimiento.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) ha presentado un informe sobre la situación de la protección civil en el país, basándose en datos recabados en 2022. De acuerdo con este informe, al cierre de ese año había 30,454 personas trabajando en las Unidades de Protección Civil a nivel estatal y municipal. Esto equivale a una tasa de 23.4 servidores públicos por cada 100 mil habitantes. Sin embargo, la distribución de este personal no es homogénea. Guerrero y Chiapas, dos de las entidades más vulnerables ante desastres naturales, lideran con cerca de 50 servidores por cada 100 mil habitantes, mientras que Baja California y Sinaloa registran menos de 10.

El personal de protección civil desempeña un papel crucial en la atención de emergencias y desastres. Sin embargo, uno de los desafíos más grandes es asegurar que este personal esté debidamente capacitado. En 2022, solo el 19.6 % del personal estatal y el 25.7 % del personal municipal contaban con certificaciones en estándares de competencia en protección civil. Esto refleja una necesidad urgente de mejorar la preparación y capacitación de quienes están en primera línea de respuesta ante desastres. Estados como Guerrero y Michoacán destacan en este aspecto, con el 100 % y 70 % del personal estatal certificado, respectivamente. En contraste, 11 entidades no cuentan con personal certificado en el ámbito estatal.

Otro de los aspectos importantes es la implementación de planes y programas de protección civil. Según la Ley General de Protección Civil, tanto las entidades federativas como los municipios deben contar con estos planes, los cuales alinean las estrategias y políticas de protección civil en todo el país. Para 2022, 22 entidades federativas tenían un plan de protección civil vigente, mientras que 33.9 % de los municipios reportaron contar con uno. No obstante, el 42.7 % de los municipios carecía de este instrumento fundamental para la prevención y gestión de riesgos.

En cuanto a la identificación de zonas vulnerables, los atlas de riesgos son herramientas esenciales para delimitar las áreas más propensas a sufrir desastres. En 2023, 28 entidades ya contaban con un atlas de riesgos, pero más de la mitad de los municipios del país (55.2 %) no disponían de uno. Este vacío deja a muchas comunidades expuestas, particularmente en estados como Yucatán, Oaxaca y Guerrero, donde más del 70 % de los municipios no cuenta con un atlas de riesgos.

Durante 2022, las Unidades de Protección Civil atendieron un total de 344,549 eventos derivados de fenómenos perturbadores, de los cuales el 86.7 % fueron gestionados a nivel municipal y el 13.3 % a nivel estatal. Los eventos más comunes estuvieron relacionados con la actividad humana, como accidentes terrestres, mientras que los desastres naturales, como inundaciones y sismos, representaron alrededor del 10 % de los eventos.

A pesar de los avances en la gestión de riesgos y la atención a desastres, México enfrenta retos importantes. La capacitación del personal, la elaboración de planes de protección civil y la creación de atlas de riesgos son áreas clave donde aún hay mucho por hacer. Sin embargo, el esfuerzo continuo de las autoridades y la conmemoración del Día Nacional de Protección Civil cada 19 de septiembre subrayan la importancia de seguir fortaleciendo la cultura de la prevención y la respuesta ante emergencias.