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Prueba Pisa confirma deficiencia persistente en aprendizaje de estudiantes mexicanos: IBD

Se aprecia el incremento en el número absoluto de jóvenes con niveles bajos de desempeño en Lectura y en Matemáticas

rezago

El aprendizaje de inglés es casi nulo y matemáticas es otro grave rezago en ocho de cada 10 alumnos (Foto de Archivo)

El aprendizaje de matemáticas es otro grave rezago en  estudiantes mexicanos 

Cuartoscuro / Juan José Estrada Serafín

Los resultados obtenidos por México en las pruebas PISA desde el año 2000 muestran la persistencia de serias deficiencias en los aprendizajes y habilidades intelectuales de los estudiantes mexicanos durante su paso por la educación básica, a lo que hay que sumar todavía los estragos educativos provocados por la pandemia que hicieron retroceder a nuestro país varios años en esa materia.

Los porcentajes de jóvenes mexicanos de 15 años que obtienen niveles bajos de desempeño en Lectura y Ciencias en las pruebas PISA se han mantenido sin cambios significativos desde el año 2000.

Sin embargo, se aprecia el incremento en el número absoluto de jóvenes con niveles bajos de desempeño en Lectura y en Matemáticas.

La investigación “Las pruebas PISA: jóvenes con niveles bajos de desempeño en México”, elaborado por el Instituto Belisario Domínguez (IBD) del Senado, establece que comparado con otros países latinoamericanos evaluados por PISA (Brasil, Chile, Argentina, Uruguay y Colombia) los porcentajes de estudiantes que obtienen niveles bajos en México se ubican en el nivel medio, de media tabla para abajo.

Desde el 2000, se han aplicado en México las pruebas PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos, por sus siglas en inglés), de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), con el propósito de valorar los conocimientos y las habilidades intelectuales que han logrado desarrollar los jóvenes que continúan en la escuela.

No obstante, el gobierno de México perfila abandonar esta prueba en la que ha participado desde el año 2000, pues no ha realizado los preparativos para la prueba de campo que debe comenzar en las próximas semanas en alrededor de 50 escuelas a más tardar para septiembre de 2024. Si el gobierno no levanta la muestra, quedará fuera de la evaluación internacional.

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De acuerdo al estudio del IBD, entre 2003 y 2012 hubo una mejora de 11 puntos en el porcentaje de jóvenes mexicanos de 15 años evaluados en Matemáticas, pero en 2022, en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, se retrocedió al nivel del 2003.

Futuro desalentador

Agrega que de manera consistente, los resultados de PISA arrojan deficiencias en los aprendizajes fundamentales de gran parte de los estudiantes mexicanos. Si a ello se suma que persiste un número importante de personas de 15 años no inscritas en la escuela —que hipotéticamente tienen altas probabilidades de carecer de los conocimientos y habilidades intelectuales que evalúa PISA— el porcentaje de jóvenes de 15 años con carencias severas en su educación se incrementa considerablemente.

Mayor cantidad de alumnas, menos calidad

Los resultados obtenidos por México en las pruebas PISA desde el año 2000 muestran la persistencia de serias deficiencias en los aprendizajes y habilidades intelectuales que los estudiantes logran durante su tránsito por la educación básica.

La estabilidad en el crecimiento del grupo de edad de 15 años y la ampliación de las oportunidades educativas (especialmente con opciones abiertas y en línea en media superior) han favorecido la permanencia en la escuela de jóvenes que hasta hace poco tiempo eran expulsados prematuramente, lo cual es un avance del sistema.

Sin embargo, esto ha contribuido al incremento en el número absoluto de jóvenes con niveles de desempeño bajos Lectura y en Matemáticas:

Considerando las aplicaciones de PISA comparables, entre 2000 y 2018 el número de jóvenes que obtuvieron niveles bajos en Lectura aumentó 271 mil 323, mientras que entre 2003 y 2022 el incremento en los niveles bajos de Matemáticas fue de 208 mil 875 personas.

Hay mayor escolarización que en el año 2000, pero no en la calidad de los que los estudiantes aprenden.

Además, aún existe un número importante de adolescentes de esa edad que por diversas razones no se encuentran inscritos en la escuela y, en consecuencia, no son considerados para las pruebas PISA; parece acertada la hipótesis de que estos jóvenes no han logrado desarrollar las habilidades intelectuales que evalúan la vida laboral y social.