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Recibir cédula profesional o título en la UBBJG, un compás de espera… llevo tres años y contando

Para mí y otros 27 compañeros de generación (2016-2019) que necesitamos este documento nos daña, ya que no podemos conseguir un trabajo o seguir estudiando; es una vergüenza que esta escuela que arrancó bien, con maestros de primer nivel, experiencia probada y calidad, ahora se esté convirtiendo en la escuelita de una mujer que nada sabe de educación”, dijo Gerónimo, uno de los afectados

Reunión comunitaria en el centro comunitario
Raquel Sosa, coordinadora de la Universidades del Bienestar Benito Juárez sigue en el ojo del huracán/ Raquel Sosa, coordinadora de la Universidades del Bienestar Benito Juárez sigue en el ojo del huracán/ (Especial)

“Desde hace 32 meses espero me entreguen mi título como licenciado en Derecho de la Universidad del Bienestar Benito Juárez García sede Cuauhtémoc (UBBJG-C); el tiempo avanza y no se ve para cuando se resuelva esto, la señora Raquel Sosa (coordinadora de estas universidades) no tiene idea de cómo llevar la dirección de un grupo de universidades, está perdida con tanta grilla que es lo que a ella le gusta y tiene detenidos todos los trámites de interés para quienes egresamos de alguna de estas escuelas. Para mí y creo para mis otros 27 compañeros de generación (2016-2019) que necesitamos de este documento nos está afectando, ya que no podemos conseguir un trabajo o seguir estudiando por este requisito; es una vergüenza que esta escuela que arrancó bien, con maestros de primer nivel, experiencia probada y calidad, ahora se esté convirtiendo en la escuelita de una mujer que nada sabe de educación”, dijo a Crónica Gerónimo, uno de los alumnos que desde el 2019 terminó sus estudios y quien asegura que la coordinadora de las UBBJG está destruyendo este proyecto educativo.

Mientras en instituciones de prestigio como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) la entrega del título profesional se entrega en un lapso de 25 días, o en el Instituto Politécnico Nacional (IPN) en cuatro meses, en las UBBJG este requisito no tiene fecha y pueden pasar los años y este documento podría no hacerse realidad, a pesar de que los alumnos hayan cubierto los trámites para su entrega.

Géronimo cuenta a este diario que cuando la UBBJG en la alcaldía Cuauhtémoc donde se imparte la Licenciatura en Derecho dejó de ser la Universidad Privada Ponciano Arriaga para ser parte de las universidades del Bienestar en el 2016, todo apuntaba con buenos augurios, cuando entonces su director era Netzaí Sandoval Ballesteros.

“La universidad tenía presencia, prestigio, se sentía el ímpetu de nuestra generación. Nos daban clases 70 profesores reconocidos y de experiencia probada, entre ellos el ministro de la Suprema Corte, Juan Luis González Alcántara Carrancá, el jurista Bernardo Bátiz y Vázquez, la actual Secretaría del Trabajo, Luisa María Alcalde; Javier Jiménez González, hijo del ex Secretario de Comunicaciones y Trasportes, Javier Jiménez Espriú; también daba clases en la universidad Irving Espinosa Betanzos así como muchos maestros de la UNAM y de otras universidades, la mayoría no cobraban un sueldo, lo hacían en solidaridad con la escuela”, subrayó Gerónimo quien no ocultaba en sus palabras la frustración de no tener aún su título profesional por negligencia de una persona que desconoce la importancia de tener este documento.

¿Qué pasó con esos profesores?

“Raquel Sosa se quejaba que era una plantilla muy cara a los que tenía que pagarles y estos profesores comenzaron a irse, hasta que la señora Sosa contrató a 8 profesores que son los que dan clases a 600 alumnos. No sé cómo es que esta persona dice que era una plantilla de profesores cara, si la mayoría de ellos nos dijeron de viva voz que no cobraban ni un centavo”.

En el mismo tenor se expresó Carlos, otro egresado de esta universidad quien calificó de deprimente la calidad de enseñanza que tiene actualmente la UBBJG-Cuauhtémoc.

“Es triste ver como se ha pasado de un sistema de enseñanza de calidad a uno improvisado que deja mucho que desear, sin organización ni estructura y mucho menos que exista nivel educativo. Esta universidad inició como asociación civil, cuando los legisladores (diputados y senadores) daban dinero, parte de su dieta para sostenerla, pero como se decidió que fuera absorbida por la Universidad del Bienestar cambió a escuela pública. En el 2018 (dos años después de cuando inició la escuela) llega Raquel Sosa y es a partir de ese momento que esta universidad se viene abajo. En julio de 2019 mediante decreto la escuela de derecho pasa a ser escuela pública y en septiembre de ese año la señora Sosa ordenó cerrar la escuela con el argumento de que se haría la transición, justo cuando iniciaba mis trámites para la entrega de mi cédula profesional y título, y es fecha hasta ahora que no tengo ninguno de los dos documentos”.

¿Qué argumento te han dado por este retraso?

“Es de risa, en verdad. La sede central de la UBBJG está en Páztcuaro, Michoacán, hay que estar llamando por teléfono o por correo electrónico y lo que dice la persona que atiende es que no tienen la papelería, que no tienen los sellos o incluso que no tiene tinta la impresora, es ridículo que para la entrega de una cédula o de un título que deben ser documentos con estricta protección y que deben llegar un holograma de seguridad que ampare tus estudios no lo mencionen y que no lo tengan, entonces sus certificados, títulos o cédulas son como de caricatura, como si te entregaran una copia fotostática y ya, date por bien servido. En verdad es deprimente como maneja la señora Raquel Sosa estas universidades que no son un proyecto, ya que no tienen organigrama, tampoco reglamento interno que se cumpla y todo se maneja por conveniencia de ella, que está jugando a ser la directora de sus escuelitas”.

Juana es otra de las egresadas afectadas por la retención de su título profesional como abogada y asegura que es deprimente ver como una sola persona está acabando con un proyecto universitario que pintaba para crear excelentes abogados.

“Si quieren destruir un sistema educativo y truncarle el futuro a generaciones de profesionistas solo llamen a Raquel Sosa, no sabe nada de educación, de cómo llevar una universidad y desconoce por completo lo que son las relaciones humanas y los derechos humanos. Es una lástima que el presidente (Andrés Manuel) López Obrador tenga a una persona sin capacidad e ignorante de todo sistema de educación al frente de estas universidades, es una persona que carece de conocimientos básicos de cómo se llevan programas de enseñanza y donde su objetivo es destruir el camino de futuros juristas y profesionales del derecho”, señaló esta alumna que desde diciembre de 2019 y hasta la fecha, a pesar de haber cumplido con la entrega de documentos y requisitos para la entrega de su título y cédula como licenciada en Derecho sigue en espera de que algún día no muy lejano, finalmente tenga en sus manos alguno de estos documentos o ambos.

Gabriela también se acercó a Crónica para acusar la negligencia en la que está incurriendo Raquel Sosa como coordinadora de las UBBJG, ya que en el caso de los egresados de la Licenciatura en Derecho, no tener un título o certificado les representa un obstáculo al no contar como algún aval de terminación de la carrera.

“Creo que ni en un jardín de niños toman a la ligera la entrega de documentos de finalización de cursos. En las escuelas públicas de nivel básico llevan la matrícula con el reconocimiento oficial de la Secretaría de Educación Pública grabado, en un papel membretado que te da seguridad al presentarlo y con la firma de la directora también grabado. En la UBBJG primero me tardaban la entrega del documento que porque no había papelería, que no tenían sellos y luego que porque Raquel Sosa no estaba para firmarlo, finalmente quien me atendió vía telefónica me dijo que me imprimirían el certificado pero que no en hoja membretada y que tampoco aparecería la matrícula de validez oficial, y que solo llevaría en la parte superior mis datos y los de la Universidad y la firma de la señora Sosa, eso es una vacilada, le dije, prácticamente me están dando una copia fotostática que obviamente no acepté y exigí un documento real, como debe ser y que ampare que estudié en una escuela reconocida y no en un sitio improvisado y donde al parecer hacen todo al ahí se va”.

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