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Reconoce la Iglesia Católica el gran valor de las mamás en la sociedad y llama a respetarlas

Enfatiza que ellas enriquecen a la sociedad con su visión femenina, a quienes se debe valorar

En el Semanario Desde la Fe, la Iglesia Católica de nuestro país, hace un especial reconocimiento a todas las mámás y su importante labor frente a la familia y la sociedad

En el Semanario Desde la Fe, la Iglesia Católica de nuestro país, hace un especial reconocimiento a todas las mámás y su importante labor frente a la familia y la sociedad

La jerarquía católica de nuestro país, hizo un especial reconocimiento a todas las madres, a las que tienen muchos hijos, a las que sólo tiene uno, a todas aquellas a quienes deben sacar adelante a sus hijos, a quienes se han tenido que convertir en migrantes, y dolorosamente, a quienes buscan a sus hijos perdidos.

Con motivo de la conmemoración del Día de las Madres, el próximo miércoles 10 de mayo, la grey católica, recordó que hace más de dos mil años, “una mujer dio un Sí a Dios, para convertirse en madre de Dios mismo y con ello madre de la humanidad como legado. María de Nazareth, sin duda la mujer más influyente de la historia”.

María, fue madre, con todas las incertidumbres que pudieran presentarse en su momento, para vivir en carne propia las incertidumbres de cualquier madre en el mundo, y también vivir la valentía que solo Dios puede infundir en una mujer madre.

Este domingo, en la editorial “”, publicada en el Semanario Desde la Fe, se hizo un especial reconocimiento para recordar y resaltar el trabajo diario de todas las madres, “las que tienen muchos hijos y las que tienen solo uno, no importa, el amor de madre no se puede medir, simplemente crece y se fortalece; muchas veces con la distancia física que naturalmente surge entre los hijos, cuando se van a vivir lejos”.

Hay madres quienes deben sacar adelante solas a sus hijos, quienes se convierten en migrantes y deben dejar el lugar que les vio nacer, en busca de un mejor futuro; las que no pueden ver a sus hijos por cuestiones de distancia; las que trabajar gran parte del día, más allá del tipo de trabajo que tienen, sacrificando tiempo familiar por un mejor futuro para su familia, a veces cuentan con el apoyo de los padres para cuidar a los hijos, a veces recurren a las abuelas, quienes continúan una labor de madres, ahora con mucho amor por sus nietos.

También se mencionó a las madres buscadoras, aquellas quienes han perdido a sus hijos y no paran de buscar, sin importarles los riesgos a los que se enfrenten, las madres desempleadas, quienes deben realizar trabajos a veces denigrantes con el objetivo de obtener el sustento diario, las que han sufrido la muerte de algún hijo, un dolor que nunca se supera, solo se aprende a vivir con él y a generar bien, a partir de ese mismo dolor, las que han perdido a su hijo en el vientre materno voluntaria o involuntariamente, las que son consideradas exitosas en lo profesional, pero que deben enfrentarse al sacrificio cotidiano de no estar en todo lo que quisieran con sus hijos.

La iglesia católica encomendó a la Virgen María a todas las madres: jóvenes, adultas, de la ciudad o del campo, las que trabajan en la oficina, en la fábrica, en los medios de comunicación, el arte, el comercio, el transporte, la seguridad pública, el campo, la medicina, la defensa legal, la investigación y la ciencia, las maestras, las encargadas de limpieza, las gobernadoras, las presidentas de empresas, las juezas, las deportistas, “y un sin fin de profesiones en los que las mujeres madres están involucradas, no solo por beneficio familiar, sino para enriquecer a la sociedad con su visión femenina y de madres, a todas ellas debemos valorarlas, respetarlas y cuidarlas, pues su labor de madres hace que la sociedad humana no desaparezca de la faz de la tierra”.