La crisis migrante en México tras el fin del Título 42 (el T42) del código sanitario de Estados Unidos y la vigencia del Título 8 que ordena su expulsión inmediata, comenzó a tomar tientes caóticos en territorio mexicano con deportaciones desde el pasado 12 de mayo, al quedar rebasada la atención para esta comunidad por parte de autoridades de la 4T que, tras la orden de cerrar los 33 albergues responsabilidad del Instituto Nacional de Migración (INM), así como el campamento temporal en el Bosque de Tláhuac, las oficinas migratorias para entrega de permisos para tránsito libre, en un abrir y cerrar de ojos se encontraron con un éxodo de personas de distintas nacionalidades que buscan acomodo donde sea y esto ya es una realidad en la capital del país.
En la Ciudad de México más de 600 personas, en su mayoría familias completas de haitianos con sus niños coparon ya la Plaza Giordano Bruno, en la colonia Juárez de la alcaldía Cuauhtémoc, conocida como la Pequeña Haití, donde las conchas multicolores de las casas de campaña ya abarcan toda la plancha del lugar, en espera de una pronta respuesta a su reclamo de entrega de algún permiso para transitar legalmente por el país o solución a sus solicitudes de asilo como refugiados.
El arribo de mareas humanas procedentes desde Chiapas tomaron por sorpresa a las autoridades capitalinas, que en un esfuerzo por tratar de controlar estos contingentes se han visto superados, además de que la Jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum confirmó que el campamento del Bosque de Tláhuac ya no se abrirá, por lo que abrirán un nueva estancia en un sitio más cercano a las oficinas migratorias, lo que agrava la situación ya que no especificó fecha ni el sitio donde estará el nuevo albergue.
La mandataria capitalina informó que se decidió cerrar este albergue temporal al quedar rebasada su capacidad de atención, ya que se tenía programado atender a 180 personas y llegó el nivel de que había mpás de 4 mil gentes, la mayoría migrantes buscan seguir su camino hacia Estados Unidos, por lo que al cerrarse esta estancia muchos de ellos regresaron a las inmediaciones de la Plaza Giordano Bruno, donde esperarán la entrega de documentos que les permita el libre tránsito por el país, para alcanzar la frontera norte.
Frente a esta situación, personal de la Secretaría de Inclusión y Bienestar Social (Sibiso) comenzó un censo de las personas que se encuentran en el lugar, con el objetivo de medir la capacidad para atención y alimentación de esta comunidad migrante.
Crónica charló con algunos migrantes haitianos que adoptaron la Pequeña Haití como su hogar temporal y aseguran que permanecerán en el sitio hasta que les den respuesta a sus solicitudes de refugio, cuya fecha para su primera cita la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) se las programó para el próximo 26 de mayo.
En tanto, el albergue habilitado por la alcaldesa Sandra Cuevas en la calle Roma de la colonia Juárez y que atiende a 250 personas, ya no puede recibir a más gente, dado que la situación por espacio ya no lo permite.
La situación para atender a la comunidad migrante que está varada en México no pinta nada fácil y tiende a avanzar hacia un problema más caótico, dado que no existe un esquema de atención migratoria por parte del gobierno federal, además de que se sigue improvisando mientras el éxodo de personas de varios países sigue creciendo desde la frontera sur, mientras que en el norte del país estados como Tamaulipas, Chihuahua y Baja California ya reportan sobrecupo en los pocos albergues de asociaciones civiles y católicas.
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