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El mejor momento para comenzar a fomentar cambios en los hábitos de vida saludable en el individuo, es durante la juventud, preferentemente entre los 15 a los 20 años de edad, cuando, los mensajes positivos de una vida sana, se hacen más receptivos si esta información la reciben de sus pares.
Así lo explicó, en entrevista con CRÓNICA, la doctora Valentina Gallart, directora médica de AstraZeneca, quien resaltó que a través del Programa Salud Joven, impulsado por AstraZeneca y la Organización Internacional Project Hope, se ha logrado impactar de manera positiva en más de 39 mil jóvenes hombres y mujeres de la Ciudad de México.
Resaltó que la finalidad de este programa es brindar información basada en cuatro pilares que tienen que ver con: alimentación, actividad física, prevención de adicciones (tabaco, alcohol, drogas), y salud mental.
El Programa Salud Joven, resaltó, nace del compromiso de AstraZeneca con la salud, la innovación y la sostenibilidad a nivel mundial, y se contemplan distintas acciones para brindar información a los jóvenes y que aprendan de manera divertida con actividades, juegos lúdicos y con jóvenes, porque ha quedado demostrado que la recepción de todos estos mensajes e información es más aceptada que si se hace con adultos.
Si los jóvenes, hombres y mujeres logran cambiar hábitos de vida que les resultan perjudiciales, estaremos teniendo impacto en el presente y en el futuro, porque si ellas y ellos, más adelante deciden tener hijos entonces ese aprendizaje de ahora se lo heredarán a la siguiente generación, lo cual será muy positivo, porque lograremos combatir la obesidad y sobrepeso, que generan el desarrollo de enfermedades no transmisibles como diabetes, y todas sus complicaciones.
“No solo se busca generar conciencia sino dotar de herramientas a los jóvenes a través de la educación y fomentar dinámicas saludables y grupos de apoyo entre ellos mismos, para que el mensaje sea más poderoso”, enfatizó.
Recordó que la adolescencia es la edad en la que no hacen mucho caso a los papás o los adultos, y es más fuerte escucharlo de sus pares que son de la misma edad y que les está hablando de salud y que les platican de cómo comer bien cómo hacer ejercicio evitar las drogas, el alcohol, el tabaco y las consecuencias de estos malos hábitos.
“El cerebro no termina de madurar, hasta que el individuo ha cumplido los 20 años y biológicamente la capacidad de discernir entre el bien y el mal y entender las consecuencias a largo plazo siguen inmaduras en el cerebro de un adolescente entre 15 y 20 años, que es cuando son más vulnerables a adoptar malos hábitos y que en la adultez ya es muy difícil romper y quitárnoslo.
Es precisamente en estas edades, cuando los papás deben de brindar mayor acompañamiento y orientación a las y los jóvenes, y sobre todo predicar con el ejemplo: si en casa todo el tiempo se come en exceso los papás fuman o toman no hay una conciencia de salud, eso es lo que ellos van a repetir
Este programa llega a los jóvenes través de alianzas con colegios de bachilleres o preparatorias públicas principalmente, porque es en esas aulas donde se imparten las clases, se hacen las actividades y se hace una convocatoria para que se inscriban los jóvenes y puedan invitar a más jóvenes y participen en los talleres en los que reciben la información señalada.
Comentó que la víspera, el director general de AstraZeneca México, Julio Ordaz, inauguró el capítulo en Guadalajara, que se están expandiendo en comunidades de Jalisco y Zapopan, así como en la Ciudad de México, y en el municipio de Chalco, en el estado de México.
En su oportunidad, Yoseline Osorio, facilitadora del programa Salud Joven, compartió con Crónica, su experiencia dentro del programa, una vez que al tomar los cursos, prácticamente se enamoró con esta labor y decidió formar parte del importante equipo de jóvenes, quienes de manera altruista comparten sus conocimientos y experiencias con más jóvenes para ayudarlos a generar importantes cambios de vida, para llevar estilos más saludables.
Con una licenciatura en Promoción de la Salud, Yoseline reconoce que para todo le da tiempo, hacer esta importante labor altruista y compartir sus conocimientos con más jóvenes y dedicarse a su carrera que tanto le apasiona, con la grata satisfacción de todo lo que ella misma ha aprendido en dicho programa.
“Este programa me ha brindado la oportunidad de desarrollarme en muchos sentidos, tuve la oportunidad de ir a la embajada de Suecia, y poder platicar con el embajador, y eso me ha ayudado a crearme nuevas expectativas y seguir generando cambios en lo personal y con mi familia”.
Como facilitadora, el llamado es para que todos los jóvenes interesados se mantengan pendientes en su colegio de bachilleres o preparatorias de la convocatoria del programa en la ciudad de México, Guadalajara o el municipio de Chalco, y de manera amena y lúdica formen parte de estos talleres que les ayudará a cambiar la vida.
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