El proyecto de construir un millón de viviendas propuesto por la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, debe considerar indicadores de calidad de vida, equidad y conectividad tecnológica y comercial, coincidieron expertos este miércoles durante la Cumbre Internacional del Hábitat de América Latina y el Caribe.
Eduardo López Moreno, excolaborador de ONU Hábitat, señaló que los proyectos que se plantean con cifras redondeadas como meta no suelen ser efectivos, ya que no responden a realidades objetivas de medición.
Refiriéndose a la propuesta de Sheinbaum, quien asumirá la presidencia el 1 de octubre, López Moreno manifestó dudas sobre si estas viviendas proporcionarán servicios públicos adecuados, conexiones efectivas con las ciudades, transporte adecuado o si contribuirán a la creación de barrios con espacios públicos funcionales.
El experto enfatizó que al planificar proyectos de vivienda es crucial incorporar conceptos como prosperidad compartida, donde todos los ciudadanos alcancen bienestar y felicidad, así como fomentar la sustentabilidad ambiental y la resiliencia social frente a la crisis climática.
Mariana Flores, presidenta de la Comisión de Vivienda del Consejo Nacional del Desarrollo, mencionó que en el último año en México se construyeron más de 163 mil viviendas, de las cuales más de 134 mil corresponden a los tipos ‘residencial’ o ‘residencial plus’. Según Flores, esto indica que pocas personas pueden acceder a estas viviendas debido a sus altos costos.
Por su parte, Alfonso Iracheta, exasesor de ONU Hábitat, señaló que entre 2000 y 2018 se edificaron 11 millones de viviendas sociales en México, pero actualmente 6 millones de ellas están deshabitadas, abandonadas, invadidas o vandalizadas.
Iracheta atribuyó esta crisis de vivienda social a políticas que no consideraron un enfoque integral del hábitat ni de la localización, provocando que muchas viviendas estén en zonas periféricas, desconectando a sus habitantes de la ciudad.
El consultor de organismos internacionales como el Banco Mundial, Alfonso Iracheta, afirmó que México tiene la capacidad de construir hasta 3 millones de viviendas si las necesidades lo requieren. Sin embargo, criticó que no se esté dando prioridad a la recuperación de las viviendas abandonadas, una medida que podría aliviar la crisis de vivienda social en el país.
La Cumbre Internacional del Hábitat de América Latina y el Caribe, organizada por ONU Hábitat y la Universidad de Guadalajara, concluyó este miércoles tras tres días de debates sobre temas como gobernanza, equidad, igualdad, transversalidad y sostenibilidad.
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