La Universidad Nacional está oficialmente fuera del consejo asesor externo del Instituto Salvador Zubirán. La máxima casa de estudios (no hay frase que defina mejor a esa institución) y el principal instituto del país no dejarán, sin duda, de colaborar pues el segundo no podría explicar su existencia sin lo hecho por la UNAM durante el siglo XX. Sin embargo, la remoción del rector Enrique Graue, oficializada este jueves, ha desatado lo que parece ser una nueva tormenta entre la 4T y el sector académico y de investigación del país.
En efecto, el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán ha lanzado en la misma semana su consulta para la designación de su nuevo director y la primera especulación es que se quiere a un director externo, lo que desatará intranquilidad al interior de esta institución emblemática del país. En ese contexto, resultaría mucho más tratable tener en el consejo asesor al Politécnico Nacional (a quien se dio el lugar dejado por la UNAM) que al rector Enrique Graue, quien viene justamente del sector de médicos universitarios.
La 4T ya tuvo encontronazos en el CIDE y en Conacyt, particularmente, por nombramientos que no fueron bien asumidos por parte de la comunidad. El día 19, los candidatos a ocupar la dirección del Instituto Salvador Zubirán deberán estar inscritos debidamente y allí se detectará si se repetirá esta situación.
El Consejo Asesor Externo que deja la UNAM tiene la misión de asesorar al Director General del Zubirán en asuntos científicos, además de que tiene acceso a la información sobre los temas y desarrollo de las investigaciones que se realizan en el Instituto.
La pandemia COVID encontró en la Universidad Nacional y en el propio Instituto Salvador Zubirán a voces críticas sobre las políticas aplicadas por la Secretaría de Salud, en gran medida implementadas no por el secretario Jorge Alcocer, figura ausente en gran parte del proceso, sino por el protegido del Presidente, el subsecretario Hugo López-Gatell. Esta situación tampoco fue bien asumida en el campus universitario, pues de acuerdo con voces de primer nivel recopiladas por Crónica, la salida de la UNAM del consejo asesor llega en mal momento, aún cuando esté motivada por causas válidas que, en cualquier caso, no han sido difundidas.
La UNAM se integraba a este consejo como representante del sector educativo y será sustituido por el Instituto Politécnico Nacional, la otra gran instancia de la educación pública superior mexicana. La diferencia, claro, es que la UNAM tiene autonomía y de allí que haya podido mostrarse crítica en diferentes momentos de la pandemia.
Este día 19, ya con el listado de aspirantes a ocupar la dirección del Instituto Zubirán, se sabrá si hay candidatos claramente externos al propio instituto y si ese fue un aliciente para alejar a la UNAM de la discusión.
Si todos los candidatos tienen ligas claras con el Zubirán, entonces las UNAM habrá dejado su lugar por otras causas, aunque estas siguen siendo desconocidas.
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