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La industria metalúrgica y de la fundición en México está experimentando un auge gracias al fenómeno del ‘nearshoring’, con inversiones que alcanzan los 1,800 mdd en 2024, y se espera que sumen otros 1,000 millones para 2026, según la Sociedad Mexicana de Fundidores, A.C. (SMFAC).
Países europeos como Alemania e Italia están entre los principales inversores debido a los altos costos de electricidad en sus países de origen, lo que hace más atractivo el mercado mexicano.
Necesidades de infraestructura
El director general de la SMFAC, Bruno Jaramillo, subrayó la necesidad urgente de crear nuevos parques industriales para hacer frente a la creciente demanda. Se estima que se requieren entre 25 y 30 parques industriales adicionales a corto plazo.
Jaramillo también destacó que el 75 % de la maquinaria utilizada por el sector en México es extranjera, lo que plantea la conveniencia de producir equipo en el país para optimizar costos y abastecimiento.
En cuanto al capital humano, más de 350,000 familias dependen de esta industria en México, aunque existe un déficit del 62 % en trabajadores calificados.
Jaramillo enfatizó la necesidad de especialistas en ingeniería metalúrgica y lamentó la falta de una escuela específica en el país para formar a estos profesionales.
México, una opción atractiva
Sarah Möller, representante de la feria alemana de tecnología de fundición metal GIFA, destacó que México es una alternativa sólida para las empresas europeas, que buscan reducir costos, especialmente en energía.
Desde el fin de la pandemia y con la guerra entre Rusia y Ucrania, los precios de la electricidad en Europa se han disparado, lo que está empujando a las empresas a relocalizar sus operaciones.