Ante la obesidad infantil que se ha convertido en un grave problema de salud para México, diversas empresas buscan impulsar y ampliar la oferta de opciones saludables en los programas de desayunos escolares, beneficiando semanalmente a más de 35,000 niños de bajos recursos.
En este contexto, empresas del ramo alimenticio, sobre todo en materia de verduras como Don Cacahuato anunció una inversión estratégica programada para 2025, destinada a adquirir maquinaria especializada para el lavado, pelado, corte y sellado de frutas y verduras, como jícama, pepino, zanahoria, entre otras.
Además, incorporará herramientas avanzadas que optimicen la desinfección y el procesamiento de productos orgánicos.
Más allá de los beneficios nutricionales, esta inversión también busca impulsar la economía local al generar empleos relacionados con la operación y mantenimiento del equipo.
Asimismo, contribuye a combatir problemas de salud pública como la obesidad infantil y la malnutrición, presentando frutas y verduras de manera visualmente atractiva y fomentando su consumo entre los niños.
En México, el problema de obesidad infantil es grave, ocupamos el primer lugar a nivel mundial. Según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición del 2022, aproximadamente 1 de cada 10 niños y niñas entre 2 y 4 años (preescolares) y 4 de cada 10 entre 5 y 11 años (escolares) padecen de sobrepeso u obesidad a nivel nacional.
A corto plazo, la obesidad infantil puede tener efectos emocionales y en la salud mental como ansiedad, depresión, baja autoestima, falta de concentración y problemas de aprendizaje, problemas respiratorios, dislipidemia, entre otros.
Por ello esta estrategia no solo busca impactar de manera positiva la nutrición de los niños, sino que también refuerza los objetivos de las políticas públicas orientadas a mejorar la alimentación y la calidad de vida en las comunidades más vulnerables.
Con este proyecto, la empresa reafirma su compromiso de mejorar la calidad nutricional de los alimentos ofrecidos, contribuyendo al bienestar de las comunidades más vulnerables.
Con este enfoque integral, se reafirma el compromiso con la salud infantil, la sostenibilidad y la eficiencia operativa, convirtiéndose en un modelo de innovación en el sector alimentario escolar.
Entre las nuevas adquisiciones destacan cortadoras industriales capaces de producir julianas de alta precisión, lo que representa un avance significativo en la preparación de frutas y verduras frescas.
Estas innovaciones no solo permiten ofrecer alimentos más atractivos, sino que también alinean los programas con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, que sugiere un consumo diario de 400 gramos de frutas y verduras en niños.
Las cortadoras industriales reducen tiempos de preparación y optimizan los recursos, logrando cortes uniformes que preservan la calidad y el valor nutricional de los alimentos.
Asimismo se reduce el desperdicio pues estas máquinas maximizan el aprovechamiento de frutas y verduras, disminuyendo considerablemente los residuos. Esto se alinea con las políticas de sostenibilidad, esenciales en un país donde hasta el 40% de los alimentos producidos se desperdician, según el Banco Mundial.
También permite un uso más eficiente de materiales de embalaje, reduciendo la dependencia de plásticos y contribuyendo a un menor impacto ambiental.