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La Refinería Olmeca, en Dos Bocas, enfrenta un largo periodo de inactividad debido al suministro de crudo con exceso de sal, lo que amenaza su infraestructura y eleva los costos operativos.

Crudo con alta salinidad amenaza la operación de refinerías en México

Especial

El paro operativo en la Refinería Olmeca de Dos Bocas desde diciembre pasado ha puesto de manifiesto las tensiones financieras y estructurales que atraviesa Petróleos Mexicanos (Pemex).

La falta de suministro de químicos esenciales para el proceso de refinación, provocada por adeudos millonarios con proveedores, afecta también las operaciones de las seis refinerías restantes del país, que trabajan con petróleo en condiciones altamente corrosivas.

Fuentes cercanas al tema refirieron que el crudo enviado por Pemex Exploración y Producción (PEP) contiene hasta 3,700 libras de sal por cada mil barriles, un nivel superior al límite de 50 libras recomendado por la Sociedad Estadounidense para Pruebas y Materiales (ASTM).

El exceso de sal genera ácido clorhídrico durante el proceso de refinación, dañando infraestructura crítica como ductos y catalizadores, lo que podría reducir la vida útil de las plantas hasta en un 50%.

Los problemas financieros de la paraestatal se agravan por una deuda con proveedores que asciende a 20,500 millones de dólares, además de una deuda financiera cercana a los 100,000 millones de dólares.

Estas deudas han provocado la suspensión de entregas de químicos esenciales para desalinizar el crudo, imposibilitando la reactivación de los trenes de refinación y retrasando la producción de gasolinas.

Una serie de obstáculos

La Refinería Olmeca, cuya inversión de 300 mil millones de pesos representó una apuesta clave para la 4T, enfrenta retos significativos para cumplir con su objetivo de reducir la dependencia de importaciones de combustibles, actualmente estimada en 900 mil barriles diarios.

El paro preventivo en Dos Bocas debido al exceso de sal en el crudo se suma a la lista de obstáculos que incluye la falta de energía suficiente para la operación integral de la Refinería Olmeca.

Actualmente, el complejo enfrenta la ausencia de una central eléctrica con capacidad plena, cuya entrada en operación se ha pospuesto hasta octubre de 2026.

Si bien algunas de sus plantas realizan pruebas y procesos limitados mediante un ramal de gas natural y el aprovechamiento de vapor, especialistas han señalado que estas acciones podrían no ser suficientes para permitir la operación integral del complejo, lo que limita expectativas de reducir la dependencia de combustibles importados.

Esta situación refleja desafíos relacionados con la supervisión y planeación del proyecto, evidenciados en ajustes presupuestarios, cambios en los plazos de construcción y la necesidad de garantizar la capacidad energética requerida para la operación completa del complejo.

Según expertos, el suministro óptimo de energía eléctrica es indispensable para que la refinería pueda cumplir con los estándares requeridos y garantizar un funcionamiento eficiente.

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