
La inversión privada se encuentra en “riesgo” durante el resto del año, luego de que las expectativas de crecimiento para este año no son muy alentadoras pero se complican aún ante las amenazas de una guerra arancelaria como la que amenaza el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Así lo advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) al explicar que a pesar de que el nearshoring se encuentra presente, la llegada de nuevas inversiones a México no ha tenido beneficios contundentes.
“La cautela del sector privado y por otra un menor gasto público con el objetivo de reducir el déficit de las cuentas públicas, podrían inhibir aumento de la inversión total”, advirtió el organismo aglutinado en el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Las expectativas de crecimiento para este y el siguiente año continuarán siendo limitadas, sentenció.
De acuerdo con el reporte del INEGI, en diciembre pasado el Indicador de la Formación Bruta de Capital Fijo registró una disminución mensual de 2.6%, con lo que además de acumular cinco meses consecutivos con variaciones negativas, fue su mayor descenso desde noviembre del 2013. En su comparación anual, la inversión se contrajo 4.1% que fue su cuarto mes consecutivo con caídas anuales.
Resultados recientes confirman el debilitamiento de los principales motores del crecimiento durante 2024, dijeron los analistas del sector privado.
Incluso, agregó, la encuesta más reciente sobre las expectativas de los especialistas del sector privado que publica el Banco de México vuelve a mostrar una corrección a la baja en los pronósticos de crecimiento económico. Para el presente año, la expectativa promedio de los especialistas anticipa un avance de solo 0.8%, con una pobre perspectiva para los siguientes años.
“Para 2026 el pronóstico se ubica en 1.65%, después de anticipar un alza de 1.75% en la encuesta previa. Para 2027 la corrección fue de un crecimiento de 1.97% a uno de 1.89%. Con esto, el crecimiento promedio de los próximos diez años se mantiene por debajo del 2%”, señaló el CEESP.
A través de su análisis semanal, el organismo privado sostuvo que este entorno refleja la preocupación de los especialistas que consideran el crimen, la falta de estado de derecho y la corrupción como los principales obstáculos para hacer negocios en México.
Por ello, el CEESP recomendó combatir eficientemente estos factores, no solo con un discurso oficial que insiste en avances importantes en ello. “La permanencia y recrudecimiento de este contexto refleja también los elevados niveles de desigualdad que existen en el país. Hay que tener presente que menor desigualdad contribuye a menores niveles de criminalidad”.
La preocupación se extiende a la opinión de los directivos empresariales que mantienen cautela ante la coyuntura.
Aunque, aclara, “esto no implica que la inversión dejará de fluir en el país, aunque podría no ser suficiente para impulsar un mayor crecimiento económico”.
Otro de los aspectos que influyen es la confianza empresarial que ya acumula tres meses consecutivos con variaciones mensuales negativas, pero suma once meses con caídas anuales. En el caso del sector manufacturero, suma nueve meses con caídas anuales y el sector comercio con once bajas seguidas.
“Un aspecto relevante en este contexto es la evolución del empleo, en especial del sector formal de la economía, que además de ser el que refleja con mayor precisión la calidad y fortaleza con que funciona el aparato productivo del país, también evidencia la eficiencia de las políticas de empleo del país”, señaló el CEESP.