
La dinámica comercial entre México, Estados Unidos y China ha adquirido una relevancia estratégica en los últimos años, especialmente tras la implementación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2020. Sin embargo, el creciente déficit comercial de Estados Unidos con México y la influencia de China en las cadenas de suministro han desatado tensiones que podrían desembocar en nuevas medidas proteccionistas por parte de la administración de Donald Trump.
De acuerdo con el Boletín de Análisis Económico del ITESO, el déficit comercial de Estados Unidos con México alcanzó los 261,678 millones de dólares en 2024, mientras que las importaciones mexicanas desde China representaron el 20.8% del total. Este fenómeno ha sido interpretado por la administración de Trump como una estrategia de las empresas chinas para eludir aranceles estadounidenses, utilizando a México como plataforma de acceso al mercado norteamericano.
El papel de China en el comercio mexicano
Desde el año 2000, México ha experimentado un déficit comercial creciente con China. En 2024, las importaciones chinas superaron los 120,000 millones de dólares, mientras que las exportaciones mexicanas hacia China se han mantenido marginales. Esta disparidad ha convertido a China en un actor clave en la estructura comercial de México, pero también ha despertado recelo en Washington.
El análisis señala que Donald Trump ha utilizado esta dinámica como argumento para justificar la imposición de nuevos aranceles a los productos mexicanos, bajo la premisa de que China está aprovechando el T-MEC para evitar pagar impuestos y acceder al mercado estadounidense.
¿Por qué México es más vulnerable?
La alta dependencia de México hacia el mercado estadounidense es uno de los factores que lo coloca en una posición de vulnerabilidad frente a posibles aranceles. Mientras que el 83.1% de las exportaciones mexicanas tienen como destino Estados Unidos, las importaciones desde ese país representan solo el 40.1% del total.
En contraste, las exportaciones de Estados Unidos hacia México representan apenas el 1.8% de su PIB, lo que le permite a la economía estadounidense aplicar políticas proteccionistas sin un impacto severo en su crecimiento económico. Esta asimetría hace que México sea más susceptible a las decisiones arancelarias de Trump.
Los escenarios para México
Se plantean tres posibles escenarios ante una nueva ronda de aranceles por parte de Estados Unidos:
- México impone aranceles a China para evitar represalias estadounidenses.
- Esta medida encarecería las importaciones chinas, lo que afectaría a las industrias mexicanas que dependen de insumos asiáticos para su producción. A su vez, esto podría generar tensiones con China, un socio clave en la diversificación de mercados.
- Estados Unidos impone aranceles a México, desatando una guerra comercial.
- En este escenario, el PIB de México podría caer entre -4.2% y -1.0% en 2025, dependiendo del momento en que las medidas entren en vigor. Sectores como la manufactura y la industria automotriz serían los más afectados, y se perderían entre 200,000 y 250,000 empleos por cada punto porcentual de caída en el PIB.
- La incertidumbre frena las inversiones extranjeras y nacionales.
- Incluso sin la implementación inmediata de aranceles, la amenaza constante genera desconfianza en los inversionistas, afectando sectores estratégicos como la electrónica y la industria automotriz.
Impacto en la industria manufacturera
La manufactura mexicana, que depende de insumos chinos para la producción de componentes electrónicos y maquinaria, podría enfrentar un encarecimiento de costos si México opta por imponer aranceles a China. Esto reduciría la competitividad de las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos y agravaría la contracción industrial que ya muestra signos de debilidad, con una caída del -0.9% en enero de 2025, según el ITESO.
Además, sectores como la fabricación de productos metálicos y maquinaria y equipo, que registraron retrocesos del -6.6% y -8.0% respectivamente, serían los más afectados.
México debe prever un entorno hostil
La creciente influencia de China en el comercio mexicano ha colocado a México en una posición delicada frente a las políticas proteccionistas de Estados Unidos. La alta dependencia del mercado estadounidense, combinada con la creciente importación de insumos chinos, ha convertido a México en un blanco fácil para las medidas arancelarias de Trump.
Ante este escenario, el ITESO sugiere que México debe fortalecer sus relaciones comerciales con otros mercados, como la Unión Europea y Asia-Pacífico, para reducir su vulnerabilidad. No obstante, en el corto plazo, la economía mexicana deberá prepararse para enfrentar un entorno externo hostil y buscar estrategias que minimicen el impacto en la industria y el empleo.