El municipio de Santa Catarina, Nuevo León, ya no volverá a ser el mismo. Ahí, se ubicará la Gigafábrica de Tesla que pretende producir 20 millones de vehículos eléctricos para 2030. La inversión de Elon Musk dará paso a la construcción de un polo de desarrollo que, además, mejorará la calidad de vida en la zona y revolucionará la planeación urbana.
El sector vivienda está invitado al banquete. Casas bien diseñadas, con el espacio suficiente y áreas de esparcimiento para el disfrute de sus ocupantes, conectadas y aprovechando el uso de la tecnología, serán parte del nuevo entorno en el municipio de Santa Catarina.
Sin embargo, lo que está por ocurrir en el norte del país no será un hecho aislado. La ‘Operación Tesla’ es reflejo de la integración económica de América del Norte que, a través del nearshoring (que se refiere a la relocalización de las cadenas productivas), detonará más polos de desarrollo en México y nuevos estilos de vida para las familias mexicanas.
Vinte es una de las desarrolladoras de vivienda que, junto con inversionistas de impacto (como la Corporación Financiera Internacional, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial, Proparco e IFU), pretende ser protagonista de esta historia.
“El momento llega como anillo al dedo: México está en el auge de su capacidad de producción demográfica pues la mayor cantidad de mexicanos son jóvenes y productivos, el nearshoring ofrecerá un mar de oportunidades y se crearán nuevos ecosistemas de desarrollo, por lo que habrá una gran demanda de vivienda para los próximos 30 años”, sostiene Carlos Cadena Ortiz de Montellano, socio fundador y Director de Relaciones Institucionales de Vinte.
El mundo ya cambió y la globalización está pasando por un momento de redefiniciones. En este momento, se habla del desgaste de la gobernanza de la globalización, pero lo que está ocurriendo es una revaluación de las cadenas de suministro globales que están impulsando una mayor interconexión entre las economías.
Bajo ese contexto, Manuel Gómez, socio de McKinsey & Company, ubica a América del Norte como el epicentro de esta nueva era que está dando paso a que ciertas industrias sirvan a sus clientes de una forma más cercana y explica cuáles son los incentivos que ofrece la región para construir nuevas plantas industriales y desarrollar cadenas de suministro.
“El costo de la mano de obra, considerando que éste ha crecido en Asia; el costo de transportación, que en Europa y Asia ha aumentado hasta seis veces; los aranceles y tarifas a productos asiáticos, impuestos por Estados Unidos. Además, el servicio, la resiliencia y la flexibilidad de las cadenas de suministro”, complementa.
Por su parte, el Banco Interamericano de Desarrollo afirma que México podría ser el mayor beneficiado por el nearshoring, con un potencial para obtener hasta 35,300 millones de dólares (mdd) al año.
Tesla marca el principio de una nueva era que impactará de manera colateral al sector vivienda. Junto con la empresa fundada por Elon Musk, el apetito para establecerse en México por ser un polo de inversión ya lo tienen muchas más empresas.
De acuerdo con Paulina González, directora de la región Noroeste de American Industries Group, al menos 50 empresas de Taiwán, China, Corea del Sur y Japón evalúan invertir en la construcción de fábricas, plantas y líneas de producción en Nuevo León, Coahuila, Chihuahua, Baja California y otras entidades del país. “En los últimos 18 meses más de cincuenta empresas están interesadas por invertir y abrir una fábrica y una línea de producción de muebles, pisos, maquinaria de construcción, equipamiento, aire acondicionado y controles”.
El nearshoring significa, metafóricamente, un movimiento tectónico que coloca a México en una posición privilegiada, gracias a su vecindad y sociedad con Estados Unidos.
Al respecto, Carlos Cadena Ortiz de Montellano, quien también funge como Presidente de la Fundación Vinte, sostiene que, en efecto, el mundo está registrando un fenómeno que no depende de voluntades políticas, mucho menos de eventos pasajeros, sino que es producto de las tendencias del mercado con sus efectos multiplicadores.
Tesla, que recientemente anunció una inversión por 4,500 mdd para levantar una planta en el estado de Nuevo León, es una de las invitadas a la fiesta de este nuevo capítulo del nearshoring en México. Y se espera que lleguen más. Por lo tanto, la proyección establece que surgirán nuevos clusters y se consolidarán los ya existentes. En consecuencia, la captación de inversión apenas comienza y ésta no solo se concentrará en la frontera norte. La Ciudad de México y el Estado de México figuran entre las entidades con la mayor cantidad de metros cuadrados industriales disponibles. Además, se requerirá de capital humanobien capacitado y especializado que, a su vez, necesitará de un espacio cómodo y bien equipado para vivir.
Y ahí se abre la oportunidad para el sector vivienda pues aparecerán en el país ciudades nuevas, que requerirán de planeación inteligente. “Hay una oportunidad muy grande para la vivienda. Estos movimientos tectónicos, además, tienen la ventaja de que no son inversiones de corto plazo, sino para muchos años por lo que vendrán nuevos polos para nuevas ciudades con tendencias de desarrollo”, afirma Carlos Cadena Ortiz de Montellano.
El efecto multiplicador del nearshoring traerá consigo un aumento en la demanda de vivienda, que se sumará a las tendencias demográficas para los próximos años. Ante la inminente salida de los jóvenes de la casa de sus padres, se estima que la demanda para los siguientes 20 años será de 500 mil unidades por año. “Estamos hablando de diez millones de casas sin el nearshoring y, con éste, estimamos un incremento promedio del 20%, de tal forma que prevemos que se construirán entre once y doce millones”, añade Carlos Cadena Ortiz de Montellano.
La planta de Tesla en México incentivará la consolidación de un modelo de gestión en el sector vivienda que impulsa mejores condiciones de vida para las personas y que cuenta con las siguientes características: casas bien diseñadas, con el espacio suficiente y áreas de esparcimiento para el disfrute de sus ocupantes, conectadas con los polos de desarrollo.
Vinte en unos de esos jugadores que apuesta por una transparente coordinación con el sector público en pro de la mejor planeación urbana posible. “La gran ventaja que tenemos es que sí hay la experiencia, talento y capacidad técnica para construir las mejores casas para este nuevo polo de desarrollo”, asegura Carlos Cadena Ortiz de Montellano.
Bajo la mirada del socio fundador de Vinte, el primer componente es ofrecer el mejor estilo de vida para quienes serán parte de la fuerza laboral de este nuevo hub. “Hay que construir complejos alrededor de las zonas de trabajo que le ahorren al talento las horas de traslado. Tenemos que optimizar los recursos en horas-hombre. No podemos hacer una apuesta que no mejore la calidad de vida de las familias mexicanas”.
La ‘Ciudad Tesla’ que surgirá en el municipio de Santa Catarina, Nuevo León, sostiene Carlos Cadena Ortiz de Montellano, tiene que disponer de las mejores condiciones para quienes la habitarán: diseño urbano, un buen sentido de comunidad y pertenencia, escuelas, hospitales, plazas comerciales, espacios de entretenimiento, entre otras cosas.
Así, la próxima planta de Tesla en México implicará un desdoblamiento de la estrategia de Vinte en el estado de Nuevo León, que actualmente cuenta con un desarrollo habitacional en el municipio de Apodaca.
“Estamos buscando más inversiones en la frontera norte de México. Tenemos el respaldo de nuestros accionistas y socios estratégicos. Por lo pronto, planeamos una inversión en Nuevo León de por lo menos 350 millones de pesos y pretendemos construir más vivienda en el estado para atender las necesidades que plantea el nearshoring”, concluye Carlos Cadena Ortiz de Montellano.
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