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Todo lo que debes saber sobre las bolsas de polietileno, ventajas y beneficios

Al vacío

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Especial

La industria alimenticia ha sido una de las más boyantes y a partir de ella se han generado respuestas al reto que significa atender una gran demanda de productos fragmentada en un sinfín de pequeños consumidores. Los procesos de empaquetado para traslado han sido uno de los aspectos que se han debido perfeccionar a fin de que los clientes vean facilitado el proceso de compra.

En esta industria se han utilizado latas, botes, empaques metalizados, cajas y muchas otras opciones que han permitido una vida más larga en anaquel, pero no siempre han sido las mejores opciones para el traslado. Los alimentos representan una mercancía que se debe mover muy rápido sin arriesgar su integridad y con garantías de higiene.

Las bolsas de polietileno vinieron a llenar este hueco en la comercialización de alimentos y han sido tan efectivas que se extendieron durante décadas a un uso generalizado en cualquier tipo de comercio local. No es difícil adivinar que su gran virtud fue poder cargar cantidades significativas de producto, con comodidad y en menores espacios.

El éxito de las bolsas de polietileno se ha prolongado ya que, adaptándose a os nuevos tiempos, ahora se fabrican en forma tal que se convierten en artículos biodegradables, contribuyendo al cuidado de nuestro Medio Ambiente.

A la par, hay bolsas destinadas a mercados especializados como el de los componentes electrónicos, donde se requiere protegen los componentes de la electroestática que producen otros materiales.

El empaquetado al vacío de alimento es factible a partir de las bolsas de polietileno, está comprobado la preservación adecuada de diferentes artículos a partir de esta técnica. El método es relativamente sencillo: empaquetar en una bolsa plástica de grado comestible, los productos y sustraer el aire, aumentando el periodo de frescura de alimentos, ingredientes o productos perecederos.

La extracción del aire de los productos retrasa la oxidación y esta ausencia inhibe el crecimiento de microorganismos que agilizan la descomposición, por lo que resulta una de las mejores opciones en la preparación y conservación de alimentos.

Es importante aclarar que en la industria de los alimentos, la prolongación del periodo de consumo ha sido uno de los problemas con los que se ha tenido de batallar. De hecho es parte de la historia de la humanidad que ha provocado el descubrimiento de procesos como secado, el salado o ahumado, que fueron los primeros intentos por tener comida por más tiempo.

Con la industrialización de la segunda mitad del Siglo XIX hicieron su aparición los enlatados y encurtidos, pero definitivamente ahora que hay redes de distribución más demandantes y que se han tornado muy cuidadosas de la preservación del sabor original de los alimentos y allí, nuevamente, entran las bolsas a jugar un papel clave.

Como puede verse y de contra de lo que muchos supusieron cuando su uso en pequeños comercios se restringió, el uso de las bolsas de polietileno aún tiene mucho por recorrer y, de hecho, ha logrado participar y contribuir en un mundo que apuesta por la ecología y una vida más natural.