Cuando hablamos del futuro de la electricidad, nos apresuramos a sumergirnos en el emocionante mundo de las fuentes renovables, la energía nuclear y nuestra transición lejos de los combustibles fósiles. No es ninguna sorpresa: estos son temas candentes, fundamentales en nuestra lucha contra el cambio climático y nuestra búsqueda de seguridad energética. Pero según el Dr. Jose Luis Chavez Calva, experto en electricidad y redes, hay una parte fundamental de esta conversación que a menudo se queda en las sombras: las humildes líneas de transmisión y la infraestructura asociada.
Estamos entrando en una era de electrificación y digitalización, lo que significa que nuestro apetito por la electricidad solo va a crecer. Este crecimiento significa que necesitaremos más líneas de transmisión para llevar esta energía a nuestros hogares, empresas e industrias. Además, a medida que abrazamos el poder de las renovables, nos encontramos con un desafío único. Las granjas solares y eólicas suelen estar ubicadas en áreas remotas, donde los elementos están a su favor. Para llevar esta energía a donde se necesita, necesitamos líneas de transmisión robustas y eficientes.
Imagina las consecuencias de un apagón en el mundo de hoy. Nuestras sociedades dependen tanto de la electricidad que cualquier fallo de energía puede llevar a impactos sociales y económicos significativos. Y ahí es donde entran las líneas de transmisión: son la columna vertebral de nuestro suministro de electricidad, asegurando que la energía llegue a donde se necesita. Para el Dr. Jose, una infraestructura moderna y resistente puede resistir todo, desde desastres naturales hasta fluctuaciones en el suministro de energía. Además, con tecnologías innovadoras como las líneas de corriente continua de alta tensión (HVDC), podemos reducir las pérdidas de energía durante el transporte y hacer nuestro sistema más eficiente.
El futuro de la electricidad no solo trata sobre los grandes jugadores, sino también sobre turbinas eólicas locales, paneles solares en los tejados y sistemas de almacenamiento de baterías. Pero incluso con la energía generada más cerca de casa, todavía necesitamos una infraestructura de red sofisticada. Nuestras líneas de transmisión deben manejar la energía que fluye en dos direcciones, y nuestra red necesita ser lo suficientemente inteligente para manejar un suministro de energía más descentralizado y variable.
La inversión en infraestructura de transmisión no solo se trata de mantener las luces encendidas, sino que también es un catalizador para el crecimiento económico. Estos proyectos crean empleo, estimulan las economías locales y pueden incluso conducir a precios de electricidad más bajos a través de la mejora de la eficiencia y el acceso a fuentes de energía más baratas. Además, son una herramienta crítica para cerrar la brecha de equidad social. Muchas comunidades rurales y remotas carecen de acceso a electricidad confiable y asequible. Al extender las líneas de transmisión a estas áreas, podemos conectarlas a la red, mejorando su calidad de vida y abriendo nuevas oportunidades económicas.
Al imaginar el futuro de la electricidad, debemos prestar atención a los héroes no reconocidos: las líneas de transmisión que transportan la energía de la fuente al consumidor. Según el Dr. Jose Luis Chavez Calva, la mejora de estas líneas y la infraestructura asociada deberían estar en lo más alto de nuestra lista de prioridades. La tarea es desafiante, dadas las complejidades técnicas y regulatorias, pero los beneficios son innegables. Un sistema de energía confiable, eficiente y flexible. Crecimiento económico y creación de empleo. Equidad social. Ha llegado el momento de que los legisladores, los actores de la industria y todos nosotros trabajemos juntos para garantizar que nuestra infraestructura de transmisión esté lista para alimentar nuestro futuro.
https://joseluischavezcalva.substack.com/p/the-unsung-priority-the-importance
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