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El control de inventario es una técnica que creemos que ha existido desde la antigüedad, pero se fue moldeando y modernizando hasta llegar al estado actual que podemos describir hoy en día. Desde este proceso se elaboran distintas evaluaciones que contemplan el estado del mercado, de la mercadería que uno produce, desde su adecuación como materia prima hasta el producto terminado.
Depende del tamaño de la empresa en cuestión, ya que la gestión de este stock se maneja de distinta manera. Los procesos que se disponen se condicen con la oferta que produce cada compañía. Es por eso justamente que nació este concepto, para mejorar esa rentabilidad. También existen diversas formas de implementación y cada conglomerado desarrolla una técnica propia. Pero básicamente, todos y cada uno de ellos dependen de un método para supervisar el stock de un depósito o varios. De esta forma, conociendo los detalles empresariales, se pueden organizar de mejor manera los flujos y turnos de trabajo y las decisiones operativas que suceden en la etapa productiva.
La culminación del proceso, es establecer un balance entre los productos que entran y salen del depósito. Controlar la oferta y la demanda, dicho en otras palabras. La disponibilidad de cada artículo en cuestión, y lo que busque cada encargado en su control de stock, determinará las fluctuaciones de demanda ofrecidas al público, al usuario, al cliente.
De esta situación nacen un sinfín de ventajas. No solo se minimizan los costos de almacenaje, sino que se achica la brecha de pérdida, se acrecenta el excedente que le queda a la empresa y de esta forma se invierte en otras áreas para prestar un servicio de mejor calidad. Es por eso que el control y el órden dentro de un depósito resulta tan fundamental para las empresas. La compatibilidad y la efectividad de cada espacio se transmite en los otros sectores de la industria. Aquí es el único lugar donde los dueños pueden tener control absoluto. Por eso se deben aprovechar los recursos al máximo. Además, resulta ventajoso para los trabajadores. Se limitan los esfuerzos, los tiempos de trabajo y se busca sacar la ganancia máxima posible.
Como dijimos anteriormente, cada empresa tiene una forma particular de desarrollar un inventario. Asimismo, existen técnicas que suelen seguirse de manera general. Algunos los realizan de forma manual, en papel y por escrito. Otros dependen del famoso Excel o algún otro sistema de gestión. Pero otras empresas más grandes, que manejan más cantidad de datos, utilizan aplicaciones de software de inventario para automatizar ciertos procesos. Con un programa para inventario, sin importar que estilo te identifique, queda claro que es imprescindible tener una excelente control de inventario, para poder sacarle el máximo provecho a la mercancía que tengas que producir, distribuir o al servicio que necesitas prestar.
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