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La presión económica no frena a las familias mexicanas. A la inflación que ha sido contagiada por los mercados internacionales se une ahora el aviso de la subida de más del 7% de la factura energética según ha hecho público Coparmex.
Este aviso no viene exento de polémica porque, pese a que queda por debajo de la inflación, supone para las empresas un sobreesfuerzo a la hora no solo de producir sino también de gestionar sus activos por la luz de sus oficinas, entre otras cosas.
En Better Compared están viendo ahora un incremento de tráfico producto de toda esta situación ya que son muchos los mexicanos que empiezan a valorar, si no consiguen sobrellevar la economía con los ahorros, el solicitar en un momento dado un préstamo y, para ello, buscan en comparadores como este conocer cuál es la realidad del mercado crediticio en términos de condiciones, importes, intereses y plazos de devolución.
La llegada de nuevos contratos y fábricas a las fronteras mexicanas, entre otros, está siendo clave para muchos profesionales.
Empresas como Tesla, que ya avisó de que finalmente llevará una fábrica para construir sus eléctricos al país azteca están siendo clave para garantizar que quienes se están formando en las últimas tecnologías tendrán un hueco en el mercado laboral.
Será, a partir de marzo, cuando se conozcan más detalles de este proyecto que se situará en Nuevo León y que promete traer trabajo, ingresos y también rentabilidades al país, tal como lo han hecho otras fábricas que han deslocalizado sus producciones en Asia para acercar el producto a la demanda final.
En Estados Unidos han visto con buenos ojos el que se acorten plazos de entrega y, sobre todo, que el transporte por carretera acerque con rutas ya establecidas y constantes la producción a los centros de desarrollo. Sobre todo, en lo que a fábricas de vehículos y tecnología se refiere.
El hecho de que los componentes se puedan llegar a ensamblar en México, teniendo en cuenta las minas de todo Sudamérica, puede hacer que el continente viva un nuevo despertar en lo que a exportaciones se refiere, compitiendo en productos con Asia y garantizando unos plazos de entrega, por ejemplo, en Estados Unidos y Canadá, mucho más ágiles que los que se movían previamente.
“México puede aprovechar esta casuística para convertirse en un referente de producción y logística en todo el continente, apoyando la creación de empleo si siguen llegando fábricas y permitiendo que sus trabajadores más especializados puedan mejorar sus condiciones económicas. Se trata de una oportunidad para mejorar la economía familiar que empieza a tener problemas para afrontar todas las subidas” explican algunos expertos en economía.
Todo un reto al que poder sacar partido cuando la presión es cada vez mayor y los ahorros mexicanos no dejan de menguar para hacer frente a las subidas de la cesta de la compra, la energía e incluso la carga fiscal. Porque si hay algo de lo que las empresas presumen es, precisamente, de la calidad y formación de los actuales trabajadores del país.
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