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“El hombre perdió su sabiduría”: Jane Goodall

Necesitamos tomar conciencia sobre el impacto de nuestras acciones en el medio ambiente, dice la científica Jane Goodall en México. Existe la esperanza si los jóvenes actúan y dejan la apatía, añade

“El hombre perdió su sabiduría”: Jane Goodall

“El hombre perdió su sabiduría”: Jane Goodall

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Las guturaciones salieron de su boca: uh uhh uuhhh ¡uuuhhh! Lo que en idioma chimpancé significa “hola, soy Jane”. La primatóloga más famosa del mundo está en nuestro país y ayer no sólo se reunió para expresarse en “chimpancé” con estudiantes de primaria y ofrecer una conferencia a estudiantes y profesores universitarios. También trae consigo el mensaje que llevan los mensajeros de la paz: optimismo y esperanza.

Jane Goodall descubrió en la década de los 60 que los seres humanos no son tan especiales dentro de la familia de los homínidos; muchos años antes de que la secuenciación genómica fuera si quiera imaginable, ella describió el gran parecido que tenemos con los chimpancés, aunque a través del estudio de su comportamiento (etología).

En la selva de Gombe, Tanzania, estudió el comportamiento de los chimpancés como no se había logrado antes y no sólo encontró que eran capaces de desarrollar y emplear herramientas para alimentarse, también se atrevió a decir que tienen emociones.

Jane cuenta con una batería de anécdotas y aventuras inagotable. A la etóloga le gusta compartir aquellas de la jungla, pero también las de su infancia que la impulsaron a llegar a ese paraje. La mañana de ayer compartió algunas de éstas con niños de sexto grado de la escuela primaria Matilde Acosta —donde se prevé construir una biblioteca con su apoyo y que idealmente llevará su nombre—.

“Al igual que en La historia del Dr. Dolittle quería aprender el lenguaje de los animales.  Amo ese libro, cuando tenía ocho años lo sacaba constantemente de la biblioteca hasta que por fin, en Navidad, tuve mi propia copia, que aún conservo”.

Otro libro que cambió todo para ella fue Tarzán de los monos, el cual leyó a los 10. Recuerda cuando su mamá la llevo a ver la película y rompió en llanto al no reconocer al personaje, quien su imaginación había creado de manera distinta.

Ya sea en la película o el libro, Goodall estaba segura de un simple detalle. “Tarzán se quedó con la Jane equivocada”. Otra de las certezas que compartió con alumnos, maestros e invitados, en una reunión anterior a su conferencia con universitarios en la Universidad Iberoamericana, es que el mundo necesita libros, que los niños necesitan libros. Por ello, junto con la organización The World is Just a Book Awauy (WIJABA) se instalarán 100 bibliotecas públicas en nuestro país, la primaria Matilde Acosta será sede de la primera.

ROOTS AND SHOOTS. Al termino de su exposición, niños de la primaria, así como otros pequeños invitados hicieron preguntas a Jane, como “¿cuál es tu aventura favorita en África?", “¿por qué se dice que somos similares a los changos?", “¿cómo era Gombe cuando llegaste?", entre otras. Cada respuesta es digna de contarse como una historia diferente, sin embargo una de las que más hizo reflexionar los presentes fue “¿cuáles son los principales retos que enfrenta la humanidad?".

“Considero que son tres principales y están relacionados. Uno es la pobreza, la cual provoca que las personas exploten sus recursos naturales degradando su entorno (…). Por otra parte, la acumulación de bienes y, finalmente, nuestros hábitos de consumo, los cuales impactan el medio ambiente sin que tomemos consciencia de ello”. Para la toma de esa conciencia, Jane Goodall fundó en su institución el programa Roots and Shoots para la educación sobre su entorno de niños y sus familias, y el cual se encuentra ya en más de 100 países, incluyendo México.

La siguiente cita de esta mensajera de la paz de Naciones Unidas —quien visitó el país por invitación del Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza, A.C. y WIJABA— fue en el auditorio José Sánchez Villaseñor de la universidad. A su llegada fue bañada de aplausos y admiración por los asistentes que hicieron largas filas para ingresar.

Jane rememoró más anécdotas y refirió los parecidos conductuales que tenemos con los chimpancés: la compasión, socialización, violencia, dominación, maternidad, amor… La línea que nos divide en el reino animal es muy delgada, dijo, sin embargo entre las diferencias se encuentra que el hombre se ha reproducido y ha puesto el planeta en jaque. “Cómo es posible que este ser, el más inteligente que ha caminado sobre el planeta, lo destruya. El hombre ha perdido sabiduría…”. No obstante, Jane es optimista y subraya la esperanza, sin embargo se necesita abatir la apatía y que los jóvenes hagan suya la causa, añadió. “Tenemos una ventana de tiempo para actuar, pero todos debemos hacer algo, no sólo los científicos o los políticos. Elijan aquello en que pueden ayudar para mejorar el mundo”.

A sus 82 años, Jane Goodall sigue viajando y hablando, incansable, con jóvenes en todo el mundo. Sus palabras y acciones conmueven e inspiran, como se reflejó en la Ibero. Al final de la jornada, salió del auditorio entre aplausos, vitoreos y emoción de los asistentes, algunos alcanzaron a captar una foto borrosa, alguno otro cruzar rápidas palabras con ella…, la Jane que jamás tuvo Tarzán, la matriarca chimpancé… ella, mujer legendaria.