► Entró como becaria a la edad de 24 y su ascenso la llevó a manejar los productos Vichy. Nada mal. Sin embargo, el destino de Alma comenzó a cambiar hacia mediados del año pasado, cuando quedó embarazada.
► A partir de ese hecho, no se le aplicó evaluación anual como en años anteriores, no le pusieron metas y objetivos para el 2019 ni era tomada en cuenta en una serie de decisiones que tenían que ver con la marca Vichy.
► Asegura que le hicieron sentir confianza en que no habría problemas con su empleo hasta su regreso (después del nacimiento de su hija) y que sólo se dedicara a atender su embarazo…. Al final, perdió el empleo. Quiere que su caso, que ya está en Conapred, sea emblemático y platica con Crónica porque quiere que esto se difunda.
Una mueca de cierta tristeza se dibuja en su rostro, la palidez de su piel contrasta con sus brillantes ojos azules, respira profundo y confiesa: “Yo sufrí discriminación laboral por haberme embarazado. Fui despedida de la empresa trasnacional de cosméticos L’Oréal México, que supuestamente está a favor de la no discriminación, de la inclusión y del respeto al derecho de las mujeres”.
Ella es Alma Elizalde, tiene 39 años y durante los últimos 15 años trabajó en L’Oréal México, en donde comenzó como becaria a la edad de 24. A base de constancia, pasión, entrega y demostrar su capacidad, desde octubre de 2013 hasta abril de este año, se venía desempeñando en el cargo de directora de marca de los productos Vichy.
L’Oréal México parecía el trabajo ideal en donde continuar desenvolviéndose, alcanzando metas, superando sus propios objetivos, en medio de un buen ambiente laboral, lo que toda mujer desearía; sin embargo, el destino de Alma comenzó a cambiar hacia mediados del año pasado, cuando felizmente quedó embarazada: su pequeña Inés, hoy de siete meses, venía en camino.
En entrevista con Crónica, expresa que sospechó que algo no andaba bien, empero siguió trabajando de manera responsable y cumplida, e incluso, confiando plenamente en la seriedad y profesionalismo de sus jefes con quienes llegó a un acuerdo verbal y que quedó asentado en un correo electrónico, que en el último momento no se respetó.
Ante este panorama, acudió a hablar con el director general de L’Oréal México, Jean Noel Divet, “quien seguramente ya estaba enterado de lo que Magdalena pensaba hacer, porque dijo que no me preocupara, que mi trabajo estaba seguro hasta mi regreso y que sólo me dedicara a atender mi embarazo… Y confié en él”.
Su jefa le llevaba bien la cuenta de los días de incapacidad y el último día que ésta duró, la citó para su primer día laboral sin tomar en cuenta una serie de prestaciones a las que Alma tenía derecho después de vencer el periodo de descanso del IMSS: dos semanas más de descanso que otorgaba L’Oréal México, o un mes de descanso sin goce de sueldo. La tercera opción eran tres meses de part time, es decir, trabajar medio tiempo en oficina y el resto en casa; ninguna de estas opciones le fue permitida.
Con delicados movimientos de manos y armoniosamente vestida con una blusa blanca y ropa en tonos grises, lo que hace resaltar aún más el azul de sus ojos, Alma reitera que de ninguna manera le interesa regresar a trabajar a L’Oréal México: “Haciendo un poco de memoria, me doy cuenta que el mío no es el primer caso. A lo largo de 15 años hubo otras mujeres que también fueron mamás y casualmente a su regreso se iban de la empresa.
“¿Regresar a L`Oréal?”, repite la pregunta, “no, de ninguna manera, imagínate, yo no entiendo cómo mi exjefa fue capaz de hacerme algo así si ella también es mujer y también es mamá, pero todo eso no le importó”.
Admite que al ser citada por su ahora exjefa, en la oficina del entonces director de Recursos Humanos, aceptó firmar un convenio en donde se decía que terminaba la relación laboral. “Pero después, con el apoyo de Mariano, mi esposo, entendí que flagrantemente violaron la ley: me discriminaron por haber sido mamá, me hicieron firmar en un momento en el que yo estaba vulnerable y además, violaron el periodo de lactancia de seis meses que por ley me correspondía”. Inés tenía dos meses de nacida, cuando la dejaron sin trabajo.
Alma tuvo que renacer de sus cenizas: además de afrontar la depresión post parto en la cual vivía en ese momento, tuvo que procesar de manera forzada y veloz ver rotos sus sueños profesionales, incluso, volver a confiar en sí misma.
“Sí, hubo un momento en que lo pensé: ¿qué había hecho mal?, ¿en qué había fallado? No quería saber nada del mundo, llegué a dudar de mí, de mis capacidades, de mi profesionalismo, pensé que ya nadie querría volver a contratarme”, externa.
En este sentido, confía en que en algún momento las autoridades laborales del país pongan mayor atención a estos abusos que violentan los derechos de las mujeres. Su fe está puesta en que llegará el momento en que las cosas en el mundo laboral para las mujeres cambien.
“Quiero que sean más, muchas más las voces que se hagan escuchar y poner freno a todo esto que está ocurriendo en muchas más empresas, no sólo L’Oréal México”, y su principal motivo de lucha, es su pequeña Inés, hoy de siete meses, y quien el día de mañana se enfrentará al mundo laboral, Alma, desea que sea en condiciones totalmente diferentes a las que todavía se viven hoy, en pleno 2019.
Alma se despide, y relata: está por cumplir tres semanas en su nuevo empleo, una compañía, en la cual fue aceptada gracias a su profesionalismo. Alma fue franca, y en sus entrevistas para que la contrataran decía dos cosas: la despidiendo y había demandado a la empresa, hasta que encontró a una empresa a la que sólo le importó su talento.
“De hecho Vania, mi actual jefa, cuando se enteró que me corrieron me preguntó ¿pero, estás haciendo algo?...” Una jefa que como mujer y profesionalista entiende a Alma y la apoya, la confianza alcanzada en tan poco tiempo, le permitió pedir permiso para conceder esta entrevista y su jefa accedió sin dudarlo.
Crónica solicitó la ratificación del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación sobre la existencia de una queja formal por el caso L’Oréal que presentamos a nuestros lectores. Se informó a nuestro medio que en efecto existe y que está en curso, por lo que no puede haber pronunciamientos oficiales en este momento al respecto.
La empresa L’Oreal, señalada por su exdirectora para productos Vichy de discriminarla por embarazarse, rechazó los señalamientos y aseveró que no ha recibido notificación de la queja que Alma Elizalde, la denunciante, interpuso ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación.
A continuación, la respuesta íntegra de L´Oreal, firmada por su responsable de prensa Ximena Renjifo:
Respuesta de L’Oreal al caso de Alma Elizalde: Estamos sorprendidos de ver las declaraciones de la señora Elizalde en los medios de comunicación el día de hoy. Consideramos que la queja de la señora Elizalde sobre una posible discriminación no tiene ningún fundamento y sus acusaciones no representan de ninguna manera nuestra compañía y los valores de respeto que promulgamos. En L’Oréal estamos comprometidos con tratar a nuestra gente con el mayor respeto durante todas sus etapas dentro de la compañía. Si nos decidimos por un proceso de salida, lo hacemos siempre con justa causa. Estamos seguros de que en este caso la salida de la señora Elizalde se hizo en total cumplimiento de las leyes locales y de nuestros principios éticos.
Las mujeres constituyen el 70% de nuestra fuerza laboral; muchas de ellas han sido madres trabajando con nosotros y continúan creciendo sus carreras aquí. Es por esto que trabajamos incansablemente para promover el empoderamiento femenino y la igualdad de género, y para reconocer los logros de mujeres notables dentro de nuestra compañía y fuera de ella como parte de nuestros esfuerzos y compromisos a largo plazo en este tema. Hasta el momento no hemos sido notificados de ninguna queja ante el Conapred ni la JFCyA, por lo tanto, no podemos comentar más allá sobre este particular.
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