Escenario

Alain Delon: La más polémica Palma de Oro de Honor

“He vivido mis papeles, no he actuado”, dijo en la noche en la que organizaciones de mujeres pedían al Festival de Cannes reconsiderar su reconocimiento, por sus actitudes machistas

“He vivido mis papeles, no he actuado”, dijo en la noche en la que organizaciones de mujeres pedían al Festival de Cannes reconsiderar su reconocimiento, por sus actitudes machistas

Alain Delon: La más polémica Palma de Oro de Honor

Alain Delon: La más polémica Palma de Oro de Honor

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Las líneas que rodean su boca se han vuelto más suaves y su mirada ya no es tan penetrante y fría como en el thriller erótico La piscina, con Romy Schneider como amante. Sin embargo, Alain Delon no ha perdido su inclinación a la provocación. Aunque hoy más que ser aquel sex symbol de los años 60 y 70, es un encantador veterano de 83 años que se emociona con facilidad, al recordar su historia.

En el marco de la edición 72 del Festival de Cine de Cannes donde recibió la Palma de Oro de Honor, en reconocimiento a su trayectoria, el aclamado actor francés mantuvo una charla magistral sobre su vida. Habló, por ejemplo, de su primera asistencia a Cannes en 1956, cuando aún no había hecho ninguna película.

“No tengo grandes recuerdos, vine con una chica que me gustaba y no presté mucha atención. Pasé por la alfombra roja, miraba a todo el mundo pero a mí también me miraban porque, perdonen, parece que yo no estaba mal”, dijo en la charla en la que fue recibido sin demasiada calidez, pues además de ser uno de los actores más destacados de la historia, también han pesado en su carrera sus polémicas declaraciones tachadas de homófobas y misóginas.

Gaullista declarado, Delon no ha dudado en los últimos años en mostrar su apoyo al ultraderechista Frente Nacional, declaraciones que han ensombrecido una brillante carrera profesional, en la que ha trabajado con grandes nombres como Luchino Visconti, Jean-Pierre Melville, Michelangelo Antonioni, Jean-Luc Godard, Joseph Losey o René Clement.

Pero de su lado oscuro ha preferido no entrar en detalles, más bien se ha empeñado en hablar de su belleza perdida, su deuda con las mujeres —“si no fuera por las mujeres, yo habría muerto”— y al don que tenía para “vivir el personaje y no actuar”.

Semanas atrás, cuando se anunció su reconocimiento, no tardó mucho en hacer eco el que se tratara de un personaje con una tendencia política de ultraderecha y situaciones sobre la violencia de género (pues se le relaciona con el hecho de abofetear a mujeres), no solo en la prensa internacional sino socialmente, como la asociación feminista francesa Osez le féminisme que consideró que “Cannes envía una señal negativa a las mujeres y las víctimas de violencia al homenajear a Delon”.

La respuesta de Thierry Frémaux, delegado general del festival, también fue firme: “No le vamos a dar el Premio Nobel de la Paz, sino que celebramos su carrera como actor”, dijo. El Festival condena ciertas declaraciones pero no la libertad de expresión”, añadió Frémaux. “Delon es libre de tener sus opiniones, incluso aunque yo no las comparta”.

Durante la charla sobre su vida habló de sus primeros pasos: “Me fui a la guerra de Indochina con sólo 17 años y al volver no sabía bien que hacer (...) Fueron las mujeres que me han amado las que me hicieron meterme en esta profesión y las que lucharon por mí”, recordó el actor.

Su primera película fue Quand la femme s’en mêle (1957), de la que recordó el consejo inolvidable de la esposa de Yves Allégret, el director del filme: “Me dijo que me quedara en Francia, me dio un gran consejo mi primer día de rodaje. Me llevó a mi camerino y me dijo. ‘No actúes, mira como me miras, habla como me hablas, escucha como me escuchas. No actúes, vive, sé tú mismo’. Y muy pronto me enganché a la cámara”. Así, una expresión marcó su vida: “He vivido mis papeles, no he actuado”, aseguró.

El francés insistió en que Francia hay dos tipos de carrera para los intérpretes: “Los comediantes son quienes han estudiado, se han preparado. Yo en cambio soy un actor de la raza de Lino Ventura, de gente que ante la cámara fuimos más que los que interpretamos. Yo nunca he actuado, sólo he sido yo. Lo increíble fue lo rápido que me sentí en mi elemento. La cámara era una mujer que miraba y así la sentí. En 1957 nadie sabía quién era y en 1959 ya era una estrella”.

“En 1958 hice La piscina con Romy Schneider y en el 59 ya era conocido en todo el mundo gracias a A pleno sol”, relató Delon sin falsa modestia. A continuación llegarían títulos como Rocco y sus hermanos (1960), El eclipse (1962) o El gatopardo (1963), de Luchino Visconti, una de sus películas más celebradas. Se entrevistó con Visconti en Londres y el director italiano le dijo que sólo quería hacer la película con él en el papel de Tancredi Falconeri.

También hubo lugar para las lágrimas, como cuando recordó el incendio de los estudios Jenner, en el que Jean-Pierre Melville lo perdió todo, o cuando veía que se proyectaban las imágenes de sus mayores éxitos en el cine.

En cambio, ni una referencia a la carta de una organización feminista francesa que pidió que no se le diera la Palma de Oro de honor por sus declaraciones “misóginas, homófobas y antisemitas”.

Delon recibió el premio de manos de su hija Anouchka, pero en la gala hubo ausencias como la de Salma Hayek, que debía participar en la ceremonia, y conocida por su defensa de la paridad y en contra de la violencia machista, tomó partido respecto de este polémico reconocimiento.