El programa IMMEX de la Secretaría de Economía (SE) “es un foco de corrupción”, aseguró a Crónica el presidente Andrés Manuel López Obrador y ordenó una limpia de funcionarios con vínculos en sexenios pasados, todavía en su gobierno.

Sin fijar un plazo, se comprometió a bajar la incidencia de contrabando en el país, así como de importaciones ilegales y abuso de programas sectoriales.

“Lo vamos a lograr pronto, porque no hay tolerancia con la corrupción: Horacio Duarte es un hombre íntegro y la que está en puertos, Rosa Icela Rodríguez, de primera. Así es como quiero que sean los servidores públicos”, dijo.

El IMMEX facilita la importación temporal de bienes e insumos, con la excusa de transformarlos y retornarlos al país de origen, como parte de una cadena productiva. Sin embargo, conforme al testimonio de industriales de diversos sectores, es utilizado por redes de traficantes para introducir productos terminados o ajenos al ramo involucrado, burlando el pago de impuestos. Esa mercancía termina en el mercado negro e incluso en cadenas formales, mediante facturas falsas, en perjuicio de la industria nacional y la generación de empleos.

Este instrumento, aplicado en nuestro país desde 2006, depende de la Dirección General de Comercio Exterior de la SE, cargo en el cual ha estado Juan Díaz Mazadiego, tanto en el sexenio de Felipe Calderón como en el de Enrique Peña Nieto.

Conforme a voces del ámbito industrial y manufacturero recabadas por este diario, Díaz Mazadiego ha sido informado desde hace años de anomalías y corruptelas.

El presidente aceptó la urgencia de revisar y depurar esquemas como el referido, para transparentarlos y aplicarlos en beneficio del comercio y la economía nacional.

“Se está haciendo ya un trabajo de investigación, lo está viendo la secretaria de Economía y el director de Aduanas, ya andamos sobre eso. Vamos a profundizar”.

ENQUISTADOS. ¿Cómo es que se lograron filtrar a su gobierno funcionarios con gran responsabilidad en estas irregularidades? —se cuestionó al mandatario.

—El gobierno es grandote, es un elefante echado, reumático y mañoso lo que nos entregaron, estamos ahí levantándolo y empujándolo para que camine. Duró mucho el neoliberalismo, más que el porfiriato. Entonces, eclipsaron todo y quedaron muchos funcionarios enquistados en las estructuras del gobierno, pasaban de sexenio a sexenio hasta nuestros días. Vamos a ir limpiando, lo seguimos haciendo, es diario.

“Un funcionario que está 15 años en un cargo y que permaneció durante el periodo de más corrupción en la historia de México, no debe de seguir ahí, no debe de continuar ahí. Pero esto nos pasa en Hacienda, nos pasa en Economía, en Seguridad Pública había gente de García Luna y así en toda la estructura”, describió.

Aludió a la responsabilidad, en este caso específico, de la secretaria Graciela Márquez Colín.

“Le doy la confianza al secretario y si tienen casos así, de gentes que vienen de las otras administraciones, pues tratan de mantenerlos pensando que son técnicos, que son independientes y ahí se van. Sí hay funcionarios de carrera, pero en estos dos sexenios se intensificó la corrupción como nunca. Hay pruebas”.

“Se ponderó demasiado lo de la técnica, a los técnicos se les consideraba como científicos. Para ser un buen funcionario público, el 90 por ciento es honestidad y el 10 por ciento es conocimiento. Y había quienes estudiaban doctorado en Harvard y, por ese hecho, ya tenían licencia para robar. Lo más importante de todo es la honestidad y el tener vergüenza. ¿Para qué lo quiero tan experto y graduado en universidades del extranjero, si se va a corromper, si le va a dar la espalda al pueblo?”.

En su administración, dijo, no habrá protegidos ni impunidad…

“Puede ser mi hermano, puede ser un hijo mío, si comete un delito de corrupción se va a cárcel, y estoy hablando de mi familia. En esto, no hay acuerdo con amigos ni con familiares. Sea quien sea, se le demuestra un caso de corrupción y no sólo tiene que abandonar el cargo, se le consigna”.

Pidió a los integrantes de su gabinete no usar su nombre, “porque hay unos que dicen: ‘es una instrucción de arriba’. Yo no mando a decir nada, yo los cito cuando se trata de un asunto que nos importa y de manera directa. Nada de que ‘está muy cercano y te pide el Presidente que le ayudes o si nos apoyas´. Nada de eso”…