Escenario

Casablanca a 75 años, la “tontería sofisticada” que hizo historia

Especial. La cinta dirigida por Michael Curtiz se estrenó el 26 de noviembre de 1942, en uno de los rodajes más accidentados y oportunos de la historia

Especial. La cinta dirigida por Michael Curtiz se estrenó el 26 de noviembre de 1942, en uno de los rodajes más accidentados y oportunos de la historia

Casablanca a 75 años, la “tontería sofisticada” que hizo historia

Casablanca a 75 años, la “tontería sofisticada” que hizo historia

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El 26 de noviembre de 1942 se exhibió por primera vez en la historia la cinta Casablanca, dirigida por Michael Curtiz. Ocurrió en el Teatro Hollywood de Nueva York en una fecha que coincidió con la invasión de las tropas aliadas de la costa norte de África y la captura de la ciudad de Casablanca, en Marruecos, conocida como la Operación Torch. Eran tiempos oscuros para la historia y para el cine materia prima de sus historias.

La cinta cumple este domingo 75 años desde aquella primera proyección, ahora con el título clásico indispensable, con menciones como la más grande historia de amor de todos los tiempos según el American Film Institute (AFI) o la película con el mejor guion de la historia del cine por el Sindicato de Guionistas de América.

Sin embargo, en realidad, se trata de uno de los filmes accidentes cinematográficos más afortunados de la historia del cine. Antes de poder existir siquiera como un guión, la historia había sido calificada por Stephen Karnot, analista literario de la productora Warner Brothers, como una “tontería sofisticada”, hacia 1940. El desprecio al proyecto se prolongó hasta dos años después, sin embargo el productor independiente Hal B. Wallis estaba convencido de que se trataba de una película que valdría la pena.

De hecho, antes de ser un guion de cine fue escrita como una puesta en escena que ni siquiera recibió alguna oportunidad de estrenarse en algún teatro. Aquella historia se escribió en un simple viaje de vacaciones cuando Murray Burnett, un profesor de inglés con aspiraciones de escritor teatral se encontraba en Viena de visita con algunos de los parientes judíos de su mujer cuando conoció una ruta de refugiados hacia América con escala en Marsella, Marruecos y Lisboa.

Perturbado por la experiencia con ese contexto político en medio de la guerra, decidió acortar su estancia para regresar a casa, no sin antes detenerse durante unos días en la Riviera francesa donde descubrieron un pequeño café donde un pianista y un cantante de color estadounidenses entretenían a un variopinto público, muchos de los cuales eran refugiados en plena huida.

Tras su regreso, Burnett comenzó a escribir una pieza teatral antinazi junto a su socia Joan Alison, otra joven escritora deseosa de triunfar en los escenarios. Seis semanas después, a comienzos del verano de 1940, tenían terminado Everybody Comes to Rick’s. En la obra teatral, el personaje de Ilsa era una estadounidense llamada Lois Meredith y no encontraba a Laszlo sino hasta después de que su relación parisina con Rick había terminado.

El productor Wallis descubrió el texto y enseguida trató de convencer a la industria de llevar la historia a la pantalla grande. Su primera opción había sido William Wyler, sin embargo no estuvo disponible, por lo que recurrió a otras opciones, como su amigo Michael Curtiz, cuyo verdadero nombre era Mano Kerstez Kaminer, y que era un estadunidense nacido en Budapest que anteriormente ya lo había rechazado para dirigir el melodrama Now, Voyager (La extraña pasajera, 1842), que terminó adaptando Casey Robinson, con Bette Davis en el protagónico.

Curtiz por fin cedió para dirigir Casablanca, el título que llevaría la adaptación como una respuesta al éxito que tuvo años atrás el filme Argel. Jack Warner dueño de la compañía había accedido también bajo sus propias condiciones entre las que estaba contar con el siguiente reparto: Ronald Reagan como actor que interpretara a Rick, Ann Sheridan a Ilsa Lund y Dennis Morgan sería Víctor Laszlo. Ninguno de ellos accedió y particularmente Reagan (quien después fue presidente de Estados Unidos) estaba comprometido con la Fuerza aérea.

Se llegó entonces a acuerdos para encontrar un nuevo elenco elegido por Curtiz: Humphrey Bogart (Rick), Ingrid Bergman (Ilsa), Paul Henreid (Victor Laszlo), en los roles principales. Como curiosidad cabe destacar que la mexicana Lupita Tovar estuvo a punto de hacer el papel de Ivonne pero no fue del agrado del cineasta y que el músico Sam iba a ser una mujer, interpretada por Ella Fitzgerald.

El rodaje comenzó el 25 de mayo de 1942 y finalizó el 3 de agosto del mismo año en medio de grandes contratiempos. El guion quedó en manos de Julius J. Epstein, Philip G. Epstein Y Howard Koch, este último conocido por el famoso programa de radio La Guerra de los Mundos. La parte de los hermanos Epstein quedó tres días antes del rodaje y la de Koch semanas después.

La acción de la película se desarrolla durante la Segunda Guerra Mundial. Casablanca es una ciudad donde a pesar de ser fácil entrar, resulta muy complicado salir, en especial para todos aquellos que son perseguidos por los nazis. Miles de refugiados residen en Casablanca, la mayoría a la espera de un visado que les permita alcanzar Lisboa, puerta hacia la libertad que les proporciona Estados Unidos. El lugar de reunión habitual de todos ellos es el Rick´s Café.

El desarrollo de la película se centra en el conflicto de Rick entre —usando las palabras de uno de los personajes— el amor y la virtud: Rick deberá escoger entre su amada Ilsa o hacer lo correcto. Su dilema es ayudarla o no a escapar de Casablanca junto a su esposo, uno de los líderes de la resistencia, para que este pueda continuar su lucha contra los nazis.

“Cuando empezamos, no teníamos un guión terminado (…) Ingrid Bergman se acercó y me dijo: ‘¿A qué hombre debería amar más?’ Yo le dije: ‘No lo sé… a ambos por igual’. Ya ves que no teníamos un final, así que no sabía lo que iba a suceder”, recordó en una antigua entrevista Howard Koch.

Entre otras dificultades estuvo que la estatura de la actriz Ingrid Bergman causó algunos problemas. Bergman sobrepasaba por casi cinco centímetros a Bogart, por lo que el director Curtiz tuvo que elevar al actor sobre ladrillos o sentarlo sobre cojines en las escenas en las que aparecían juntos y que por contratiempos fuera hasta después de un mes finalizado el rodaje que se filmara la famosa escena con: “Creo que esto es el comienzo de una gran amistad”.

Con el tiempo se hizo popular la frase de “Tócala otra vez, Sam”, que en realidad nunca fue pronunciada en la película; lo que ocurrió realmente fue que Ingrid (Ilsa) dice al pianista es: “Tócala” (Play it once) y “Tócala, Sam” (Play it, Sam), refiriéndose a una canción que solía      interpretar en París, pero la frase se hizo famosa gracias a la película de 1972 Sueños de un seductor (cuyo título original es precisamente Play It Again, Sam), basada en una obra homónima de Woody Allen.

En los Premios Oscar de 1943 (entregados el 2 de marzo de 1944), Casablanca ganó tres premios: Mejor guion adaptado, Mejor director y Mejor película, y fue nominada para otros cinco (que no ganó). Wallis, el productor, se resintió porque el presidente del Estudio, Jack Warner, recogió el premio en vez de él; este desaire desencadenó la ruptura de las relaciones de Wallis con el estudio en abril del mismo año.