Opinión

Covid-19, el Talón de Aquiles de Trump

Covid-19, el Talón de Aquiles de Trump

Covid-19, el Talón de Aquiles de Trump

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

En los últimos meses lo hemos visto todos los días: actos de campaña de Donald Trump con grandes concentraciones de seguidores, amontonados uno al lado, sin tapabocas, creando el ambiente perfecto para la propagación del coronavirus. Se gritan cara a cara demandando cuatro años más de este presidente. Una reelección que de no haber sido por la Covid-19 el mandatario la tendría casi segura. Sin embargo, la forma en que manejó la pandemia es hoy su Talón de Aquiles.

La más reciente encuesta reveló que sólo un 33 por ciento de los estadunidenses aprueba su desempeño frente al virus, mientras un 59 por ciento considera que su actuación ha sido pésima. Como pésimos han sido los resultados.

Actualmente se reportan en el país un promedio diario de 60,000 nuevos casos con un total de más de 8.5 millones de personas infectadas y 226,000 muertos. Es decir, una quinta parte de los fallecidos a nivel global ha sido aquí, a pesar de que la población de Estados Unidos representa sólo el 4 por ciento de los habitantes del planeta.

Pero esto no debería sorprender a nadie. Trump y su gabinete se han dedicado a mentir constantemente sobre lo peligroso de este mal y han hecho todo lo posible por frenar los esfuerzos de los científicos que buscaban detenerlo. Al grado de que el presidente ha admitido que desde enero supo de la gravedad del coronavirus pero prefirió callárselo.

Trump se ha burlado de los tapabocas y de los requerimientos de distancia social. Ha alentado a la gente a que se rebele contra el aislamiento. En retrospectiva, la actual administración ha hecho todo equivocado en esta pandemia: nunca implementó un sistema para rastrear a los infectados, tampoco hizo nada por aislarlos ni se preocupó por proteger a los asilos de ancianos, donde todo empezó y empeoró.

Para los expertos es muy triste y desalentador que Estados Unidos bajo el gobierno de Trump, pasó de ser el campeón global de salud a ser el hazme reír del mundo. La verdadera tragedia es que Trump haya sido presidente cuando la Covid llegó. Este país ha cometido terrible errores en las últimas décadas, incluyendo la guerra en Iraq y la guerra contra las drogas, pero en términos de destrucción de vidas y bienestar, el manejo de la pandemia es sin duda el más grande fracaso del gobierno estadunidense desde la Guerra de Vietnam, nos ha dicho Nicholas Kristof analista del New York Times.

Lo más irónico es que Washington tenía todo perfectamente planeado para controlar este tipo de crisis, como lo estableció un estudio de la Universidad John Hopkins, detallando como este país era la nación más preparada del mundo para manejar una pandemia.

Trump, sin embargo, pensando sólo en su reelección, demandó que sus conciudadanos se sacrificarán por él. Exigió la reapertura de comercios antes de tiempo y ha insistido en que los niños regresen en persona a las aulas, pese a los riesgos que esto implica. Desde que se inicio el 2020 el mandatario ha estado completamente divorciado de la realidad. Primero asegurando que el virus se habría ido para Semana Santa y luego posponiendo su desaparición para junio.

El presidente no sólo ha llamado públicamente idiotas a los expertos como el doctor Anthony Fauci, la máxima autoridad en enfermedades infecciosas, sino que los ha hecho a un lado, dejándose aconsejar ahora por un radiólogo sin conocimientos ni experiencia en pandemias, de nombre Scott Atlas, que no sólo considera inútil el uso de mascarillas sino que está detrás de la idea de dejar que el virus se difunda y se trasmita libremente para que la población adquiera inmunidad.

La comunidad médica está convencida que muchas vidas pudieron haber salvado si el gobierno no hubiera desechado toda evidencia científica para favorecer decisiones políticas. Aun miembros del propio equipo de salud de Trump que se han ido de su lado, aseguran que el presidente no hizo todo lo que estaba a su alcance.

En realidad Trump nunca ha podido tomar en serio al coronavirus, ni cuando lo padeció. A eso principalmente se debe el descenso en su popularidad. El mandatario ha cavado su propia tumba con la Covid. Ya no hay duda que las elecciones de noviembre 3 serán un referéndum a la pandemia. Es el factor que decidirá si el mundo tiene la fortuna de que este polémico personaje sea presidente de un sólo término.

Twitter@Conce54