Búsqueda
Se nota nervioso, su caminar es lento, siempre con los ojos pegados al piso. Ahí está él, envuelto en gritos, tímidamente se dirige al público, la inocencia es palpable en su mirada, aún es un adolescente sin pretensión alguna más que la de hacer y compartir su música.
“Hoy es una noche especial, aquí está mi mamá, aunque no la veo desde aquí. Una disculpa, estoy medio tomado”, ese es Ed Maverick, un artista honesto, que ha conquistado a miles y miles de fanáticos en todo el país. Está tarde le informaron que su primer material de estudio ya alcanzó disco de oro y la muchedumbre que se da cita está noche es muestra irrefutable de su popularidad.
Adolescentes casi niños y sus papás abundan en las butacas del Metropólitan. Los gritos tras una y otra canción son ensordecedores, las lágrimas no se hacen del rogar. Porque, si algo tiene de especial la música del cantante chihuahuense es su carga emocional, habla sin tapujos sobre corazones rotos y los anhelos por encontrar o hacer regresar a ese gran amor perdido.
El escenario se convierte en una réplica de su casa en su lejana Chihuahua, porque ahí nacieron sus primeras canciones, un esfuerzo por recordar el lugar donde el sueño y la voluntad de alcanzarlo nació. La gente corresponde a cada canción y corea cada letra como si la vida les fuera en ello, hacen que la noche se vaya lenta, pero todo se rompe con Fuentes de Ortiz, el teatro se cimbra, así nacen los himnos para toda una generación.
Ed Maverick, es un artista controvertido, porque no corresponde al estereotipo de la industria musical: no es agraciado físicamente, ni posee una voz prodigiosa. Sin embargo, su música tiene un rasgo único, la honestidad. Canta a corazón abierto y escribe bajo sus propios términos, quizás ahí recae la magia que atrae tanto a las nuevas generaciones, les habla en su propio lenguaje.
Para mucha gente parece inconcebible que el chihuahuense sea tan mediático, en un mundo donde los beats, el reggaetón y los raperos son lo que dominan las tendencias y en especial las de los más jóvenes. Ver, escuchar y sentir que un chico salido del desierto, valiéndose únicamente de su guitarra pueda conmover y hacer vibrar a tan precoz auditorio, es algo que se debe atesorar y aplaudir.
Esta noche Ed Maverick ha culminado un sueño.
havh
Copyright © 2019 La Crónica de Hoy .