Escenario

El buen cristiano o las atrocidades de la fe

Entrevista. La cineasta Izabel Acevedo estrena el documental que sigue el juicio contra el dictador guatemalteco José Efraín Ríos Montt

Entrevista. La cineasta Izabel Acevedo estrena el documental que sigue el juicio contra el dictador guatemalteco José Efraín Ríos Montt

El buen cristiano o las atrocidades de la fe

El buen cristiano o las atrocidades de la fe

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

"Aún hay mucha gente corrupta y malvada que se esconde detrás del escudo religioso”, dice la cineasta guatemalteca Izabel Acevedo, para hacer eco de la reflexión que busca hacer en la sociedad actual a través de su documental El buen cristiano, en el que sigue el juicio del dictador (entre 1982 y1983) de su país, José Efraín Ríos Montt, que ­ocurrió en el 2013.

Ella pertenece a la generación de la posguerra de Guatemala y en sus recuerdos está la manera en que había cosas de las que estaba prohibido hablar: “Es suficiente motivación haber crecido con las secuelas de la dictadura en Guatemala. No me considero una víctima de la guerra porque mi familia no recibió el impacto directo de haber perdido a algún miembro, ni un secuestro o desaparición forzada, pero todos crecimos con miedo, con censura, en una sociedad gris y oprimida, sabiendo las barbaridades que estaban sucediendo y con mucha angustia e impotencia de no poder hacer mayor cosa al respecto”, dijo la cineasta en entrevista con Crónica.

Antes de llegar a la historia de El buen cristiano, Acevedo tenía en mente hacer un documental sobre la guerra civil de Guatemala que ocurrió de 1960 a 1996, para lo cual quería entrevistar a personajes claves para entender este periodo, pero cuando estaba preparando el proyecto, se anunció el juicio por genocidio contra Ríos ­Montt, a quien quería entrevistar para su documental inicial.

“Entender lo que Ríos Montt hizo, es clave para entender la historia reciente de Guatemala. Yo soy guatemalteca y siempre tuve curiosidad de conocer mejor quién era ese personaje, no sólo políticamente sino ver más allá, para saber por qué basaba su pensamiento de una forma y por qué había tomado las decisiones que tomó”, explicó.

“Ríos Montt, tristemente, es un personaje muy importante en la política guatemalteca pues cuando él da el golpe de Estado cambió la situación de la historia del país. Fue presidente de Guatemala por menos de dos años, pero en ese tiempo se cometieron más abusos, desapariciones y muertes que en los 36 años de guerra que tuvo Guatemala”, agregó.

Muchas de las dudas e inquietudes que Acevedo tuvo de niña, se responden a través de El buen cristiano, la crónica de un juicio contra un hombre que al tomar el poder de Guatemala puso el nombre de Dios para motivar las atrocidades más terribles de un país. El llamado genocidio maya, ocurrido a principios de la década de 1980 contra la etnia Ixil de Guatemala, arrojó más de 24 mil muertos en el país centroamericano. Acusado de genocidio y delitos contra los deberes de la humanidad, Ríos Montt fue sentenciado a 80 años de prisión.

Matanzas y desplazamientos masivos, ejecuciones, desapariciones, violación sistemática de mujeres y niñas, tortura, traslado de niños, privación de suministros básicos, bombardeos y destrucción de la propiedad. Las atrocidades se calculan “en más de 29 mil desplazados y mil 771 personas asesinadas en 11 de las 626 masacres documentadas, lo que conllevó a la destrucción significativa del grupo étnico”.

“La primera etapa fue documentar todas las audiencias del juicio por genocidio, fueron dos meses de trabajo constante. Eran audiencias de lunes a viernes, comenzaban a las ocho de la mañana pero había que estar mucho antes para tener un buen lugar para la cámara, y terminaba a las ocho de la noche, eso era estar todos los días de pie grabando”, comentó Acevedo.

“Lo más duro era predecir qué era lo que iba a suceder al día siguiente para poder colocar las cámaras de una manera en que nos permitiera contar lo que sucedía y ver el comportamiento de los personajes; además de los imprevistos que surgieran pero desde un lenguaje cinematográfico”, agregó.

El filme comienza con la proclamación de la dictadura: “Quiero decirles ciudadanos que estoy confiando en Dios, mi señor y mi rey, de que me ilumine, porque solamente él pone y solamente él quita autoridad, estoy confiando en mi Dios para que yo no defraude a la oficialidad, ni mucho menos a un pueblo”, dice Ríos Montt.

“Toda su figura, toda su imagen está basada en el cristianismo, en que esta persona irradiaba moralidad, daba discursos con una mezcla entre religiosa y política en la televisión cuando era presidente”. El colmo de su actuación gubernamental fue cuando públicamente afirmó “que el buen cristiano es aquel que se desempeña con la Biblia y la metralleta”, por lo que de ahí surgió el título del documental.

Uno de los momentos más impactantes del filme se da al escuchar la historia de Francisco Chávez Raymundo, sobreviviente del genocidio. Recuerda que cuando tenía 6 años, su familia fue perseguida. Su papá fue asesinado y su cuerpo fue rescatado por los vecinos. Él y su hermana fueron separados y llevados junto con otros niños a un lugar parecido a un campo de refugio-prisión dirigido por militares. A Francisco se le quiebra la voz cuando recuerda que al volver a ver a su mamá ya no la reconocieron.

“Siento que el documental es oportuno porque vivimos un momento en que el mundo está retomando las figuras masculinas de pensamiento de derecha muy radical. (Donald) Trump, es un ejemplo, (Jair) Bolsonaro, en Brasil es otro. A mí me parece increíble que a la gente se le olvide tan pronto hacia donde llevan a la sociedad estas figuras, ésa es la reflexión a la que quiero acercar a quien vea el documental”, destacó la cineasta.

“Guatemala es un ejemplo claro de a dónde nos lleva esta figura patriarcal pero que es fascista y racista, muy centrada en una religión muy ortodoxa. Este pensamiento, está claro que siempre ha llevado a cometer delitos graves contra la humanidad. Quisiera que la gente que vea el documental reconsidere hacia donde caminamos en la última década”, concluyó.

El filme se estrenó este fin de semana en la Cineteca Nacional y otras salas comerciales.