Opinión

Homologación de los precios de las gasolinas

Homologación de los precios de las gasolinas

Homologación de los precios de las gasolinas

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Como parte del programa fronterizo que presenta la nueva administración de nuestro país, se propone una tercera medida: la homologación de los precios de los combustibles en relación con los precios estadunidenses, que acompaña la disminución del IVA al 8% y el ISR al 20%, con el objetivo de consolidarla como una zona competitiva para el comercio con Estados Unidos y para el mismo consumo de la zona. Esta medida no es nueva; desde 2002, comerciantes de gasolina y habitantes de la zona fronteriza gozaban de un acuerdo especial que los eximia a pagar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) y que les permitía tener un precio competitivo en relación con el de la contraparte estadunidense.

Sin embargo, esta medida fue cancelada en 2016, y la gasolina tuvo un drástico cambio de precio en la región fronteriza, pasando de 11.20 a 16.30 pesos por litro, para mantener su costo en relación con el promedio nacional.

Esto representó un duro golpe para los comerciantes de gasolina mexicanos, quienes fueron desplazados del mercado por su contraparte americana, la cual comenzó a reportar cerca de 80% de clientes mexicanos.

A ello debemos sumar el constante incremento en los precios de las gasolinas en México, lo cual ha afectado considerablemente a la región; por ejemplo, en Piedras Negras, y en general en la región norte de Coahuila, se han registrado alrededor de 147 incrementos en los últimos años, lo cual ha llevado a la declaración de los comerciantes mexicanos de gasolinas como incompetentes en relación con su contraparte en Eagle Pass, que ofrecía, en octubre pasado, el galón de combustible alrededor de los 2.75 y 3 dólares de Magna y Premium, respectivamente, mientras del lado mexicano el costo del litro de combustible se registraba en 16.91 y 19.26 pesos respectivamente.

A ello se debe sumar un último factor: el funcionamiento del mercado estadunidense y del mexicano, que son, igual que otras temáticas, ­desiguales y hasta contrarios. Mientras en Estados Unidos, los precios de la gasolina han bajado 33% en los últimos seis años; en México, subieron 64% durante el mismo periodo.

En este sentido, la homologación de los precios de las gasolinas representa un doble reto tanto con el mercado nacional como respecto al estadunidense, lo cual no sólo deberá promover la competitividad, sino frenar la fuga de consumidores hacia el otro lado de la frontera, que es una realidad binacional. Finalmente, es importante recordar que la frontera México - Estados Unidos opera con una lógica diferente del resto del territorio nacional; en este sentido, las ciudades fronterizas mexicanas no compiten con el resto del país, sino con la Unión Americana, sobre todo en sectores como el energético, donde se observa una clara desventaja en relación con el mercado estadunidense, por lo que la implementación de este tipo de medidas debe ser de carácter binacional, con el objetivo de promover el desarrollo de la zona en relación con su contraparte estadunidense.

cpi@prodigy.net.mx