Opinión

La mañanera, epicentro de las campañas electorales

La mañanera, epicentro de las campañas electorales

La mañanera, epicentro de las campañas electorales

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy
Pablo Xavier Becerra Chávez*

Resulta inadmisible que el Presidente de la República, que tiene la obligación de gobernar para todos los mexicanos, utilice la tribuna diaria de la que dispone gracias a su cargo público para hacer posicionamientos político-electorales

La conferencia mañanera se ha convertido en el centro del gobierno de López Obrador. Ahí se establece la agenda del día, se dan órdenes que los miembros del gabinete deben retomar al instante, se ataca a los adversarios del día (algún periódico al que se llama “pasquín inmundo”, algún periodista o intelectual cuyas críticas disgustan al señor de Palacio, los expresidentes del periodo neoliberal –particularmente Calderón-, algún empresario o grupo de empresarios, etc.). Además, en las mañaneras el presidente ensaya sus chascarrillos, repite sus frases que ya se han convertido en verdaderos lugares comunes (“mi fuerte no es la venganza”, “mi pecho no es bodega”, “soy dueño de mi silencio”, entre otras), proyecta gráficas, videos y hasta canciones para no caer en el aburrimiento.

Pero desde que inició el proceso electoral el siete de septiembre, cada vez resulta más claro que la mañanera se ha convertido en el principal vehículo del presidente para inmiscuirse abiertamente en el proceso electoral. AMLO, que como candidato en 2006 se quejaba de los spots presidenciales de Vicente Fox que trataban de incidir en el proceso electoral con frases como “si seguimos por el mismo camino” o “no se puede cambiar de caballo a la mitad del río”, ahora está empeñado en intervenir de manera cada vez más evidente en el proceso electoral en curso, lo que también se ha hecho extensivo al proceso de consulta popular, también en curso desde que se publicó la convocatoria respectiva el 28 de octubre.

Ya a lo largo del año pasado y el presente, en sus mañaneras AMLO había practicado el entretenimiento que le gusta más: polarizar. Su mensaje central ha sido: o están con el gobierno que encabeza y que está llevando a cabo la “cuarta transformación” o están en contra y forman parte del campo de los conservadores y los fifís. El presidente ha insistido que eso es lo que estará en juego en las elecciones de 2021. El 11 de noviembre, frente a la creación de la agrupación Sí por México, que no es un partido, pero está en pláticas con los partidos para influir en el proceso electoral en curso y eventualmente postular candidaturas, AMLO planteó que esa agrupación representa las fuerzas del retroceso, la corrupción, el racismo, el clasismo y todo lo peor del neoliberalismo. Concluyó diciendo que hay que cuidarse cuando se pasa cerca de los del Sí por México y los de Frenaa porque “se roban la cartera” (La Jornada, 12 de noviembre).

Además de esos ataques contra organizaciones que participan en la vida política del país, AMLO ha acentuado sus ataques contra los medios críticos. A los periódicos Reforma y El Universal los ha llamado “pasquines inmundos”, además de culparlos de ser los verdaderos dirigentes de Frenaa. Al mismo tiempo ha intensificado sus críticas contra las revistas Nexos y Letras Libres, molesto por las investigaciones de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, así como por el hecho de que uno de sus fundadores, Claudio X. González, participa en Sí por México, arremetió contra esa asociación y exigió que se investiguen sus fuentes de financiamiento.

En este contexto, el presidente plantea: "Se está cumpliendo lo que hemos dicho, en la historia de México, en las etapas puede haber dos agrupamientos distintos y contrapuestos, los conservadores y los liberales, siempre ha sido así, entonces está muy bien, porque son tiempos de definición" (Reforma, 11 de noviembre). Y en esos tiempos de definición, por supuesto, AMLO representa el lado correcto de los liberales, mientras que todos los demás, partidos de oposición, medios críticos, intelectuales y últimamente hasta la Feria Internacional del Libro, forman parte de los conservadores que sólo buscan restaurar la corrupción y los privilegios.

Otro de los temas recurrentes de las mañaneras es el de la consulta popular, a la cual el presidente trata como la consulta para “juzgar a los expresidentes”, cuando en realidad la Corte aprobó una pregunta que no tiene nada que ver con ese tema. Así, el seis de noviembre planteó que ““La pregunta está un poco ambigua, confusa, pero al final será sí o no; en esencia es “¿quieres que se juzgue de conformidad con la ley, respetando los derechos humanos a los expresidentes, sí o no?” Entonces ya va a llegar al momento que muchos van a saber cómo votar, es decir, si es no o sí, qué significa el sí, qué significa el no, se va ir aclarando…lo importante es que los mexicanos vamos a ir a plantear si queremos que se juzgue a los expresidentes” (El Universal 6 de noviembre).

Con estos pronunciamientos el presidente viola el artículo 35 constitucional, debido a que ya estamos en pleno proceso de consulta popular porque la convocatoria oficial ya se publicó. De acuerdo al 35 constitucional se debe suspender la difusión de propaganda gubernamental durante dicho proceso, además de que el INE es legalmente la única instancia a cargo de la difusión de la consulta, pero AMLO sigue hablando en sus conferencias mañaneras de su peculiar interpretación de la consulta y llamando a los mexicanos a votar en ella. En realidad, la pregunta que aprobó la Corte es muy diferente a lo que el presidente dice, pero no parece importarle. La consulta es lo que él quiera que sea y él será su principal propagandista...si el INE y el TEPJF no le ponen un alto.

Resulta inadmisible que el Presidente de la República, que tiene la obligación de gobernar para todos los mexicanos, utilice la tribuna diaria de la que dispone gracias a su cargo público para hacer posicionamientos político-electorales. El presidente es miembro de su partido político y tiene derecho a participar en los espacios de ese partido, pero no debe usar los recursos públicos para su actividad partidista. Lamentablemente parece que esa será la tónica durante todo este proceso electoral: la campaña de Morena y sus aliados tendrá su epicentro en la mañanera de Palacio Nacional.

*Académico del Departamento de Sociología de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana